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lunes, 31 de diciembre de 2012




Feliz Año





Joer el Bono qué jovencito estaba en el 83. Y ya entonces aspiraba al premio Nóbel de la Paz.



Aquí os dejo la traducción (probablemente automática):





Todo está tranquilo el día de año nuevo

un mundo blanco se mueve a escondidas

y yo quiero estar contigo,

estar contigo de noche y de día.

Nada cambia el día de año nuevo

estaré contigo de nuevo,

estaré contigo de nuevo



Bajo un cielo rojo como la sangre

se ha reunido una multitud 

con sus blancos y negros

brazos entrelazados, los pocos elegidos.

Los periódicos dicen, dicen que es verdad,

que es verdad,

y podemos abrirnos paso,

aunque divididos en dos podemos ser uno.

Empezaré de nuevo, empezaré de nuevo.

Quizás es el momento justo,

quizás esta noche

estaré contigo de nuevo,

estaré contigo de nuevo



Y nos dicen que ésta es la época dorada

pero el oro es la razón de las guerras que

financiamos.

Aunque quiero estar contigo,

estar contigo de noche y de día,

nada cambia el día de año nuevo.

jueves, 13 de diciembre de 2012




Valle de los Milagros, 8-12-12 (parte I)

Nos despertamos a las 9:00, desayunamos y nos pusimos en marcha. Metimos la ruta en el Google Navigator de mi HTC Wildfire ("Fuego Salvaje"), curioso nombre para un aparato que ni siquiera da una llamita para encenderte un cigarro; pero eso sí, nos llevó sin perdernos a la Riba de Saelices, pueblo desde el que partía nuestra ruta. Curioso nombre y triste coincidencia: Riba de Saelices, concretamente a los pies de la Cueva de los Casares, es el lugar donde comenzó el fuego que en julio de 2005 arrasó 13.000 hectáreas en la zona y se llevó la vida de once miembros del retén de Cogolludo.



A veces mi propia ignorancia me sorprende, pero me sorprende más darme cuenta de mi pereza a la hora  de buscar información sobre sitios y acontecimientos. Conozco a una persona a la cual la tragedia le pilló muy cerca, incluso realicé un diaporama en el que se homenajeaba al retén, y sin embargo hasta ahora no me había interesado por el lugar donde ocurrió. La casualidad y mi negligencia hizo que nos desviáramos de la ruta prevista y acabáramos, creo, en el mismo lugar donde perecieron los once integrantes del retén.  El lugar, ciertamente, parecía bastante desolado por la carencia de árboles, sin embargo, tras siete años los matorrales han cubierto de verde la tierra. En el quizá ahora mal llamado "Carril de lo Milagros", a los pies de las ruinas de una majada, once enormes rosas negras de metal recuerdan a los fallecidos, simplemente sus nombres.











En ese momento imaginé de qué se trataba, pero no pensábamos que fuera ese el mismísimo lugar. Me he puesto a escribir y cuando he buscado información sobre la zona, sobre el retén, se me han quitado las ganas y el ánimo para continuar en un tono alegre. Os dejo un documental sobre el asunto (son 4 partes de 10 min.):















viernes, 23 de noviembre de 2012




DIA de mercado

Sabido es que todavía hay clases. En Madrid, sin ir más lejos, uno puede, para hacerse pasar por pudiente e hijodalgo, fingir hacer la compra en el Mercado de San Miguel, en pleno centro del Foro, atravesándolo dignamente, con la cabeza bien altanera y el traje de Armani o de Chanel impoluto, salir por la puerta de servicio, sita en el otro extremo, cruzar el callejón de atrás e ir a colarse en el supermercado DIA que allí se encuentra a hacer esos recadillos veniales que todos realizamos de vez en cuando, para salir después del mismo modo en que se ha entrado, pero a la inversa, cuidando, eso sí, de esconder bien la bolsa con el logotipo del DIA, para que parezca que nos hemos gastado la pasta en el de San Miguel. En este mundo de apariencias y vanidad de vanidades, omnia vanitas, alguien tuvo la chocante idea de ubicar una franquicia del DIA justo detrás de la vetusta mole del restaurado Mercado de San Miguel. Seguramente porque así, mientras señores y damas de alta alcurnia se dejaban caer por allí, sus mucamas filipinas o peruanas podían ir a hacer la compra al DIA trasero, dando un rodeo...


No soporto el susodicho Mercado, con su cocina para anoréxicas y sus precios estratosféricos, me parece una copia botellesca (falsa y taimada), que no boteresca, del mercado barcelonés de la Boquería, que este sí, es todavía un mercado de verdad para gente de verdad que va allí todavía a hacer la compra, donde convive la frutería de toda la vida con el negocio para gourmets, la pescadería de siempre con el posmoderno y primitivo placer crujiente de la entomofagia de Bolets Petrás y sus latas de hormigas o larvas fritas... Pero el Mercado de San Miguel, sin embargo, es un poco como la presentadora Mariló Montero, que sin tener ni puta idea de cocina, o de cosa alguna que no sea hacer [censurado], se permite el lujo de dar consejos a los televidentes y aún a sus compañeros de cocina, es decir, es un fraude total. Más que un lugar para la compraventa de comestibles frescos, va de lounge snob and trendy, posh and piss por el cual pijos y guiris desnortados en busca del Museo del Jamón pueden deambular de pinchos. Se echan de menos allá, los olores y colores, no siempre agradables, de los auténticos mercados, las voces y los gritos de las verduleras, los gitanos que menudean ajos y fruta, la clientela que se empuja y arremolina... Es en suma, la versión aséptica y liofilizada, minimalista y estéril, en todos los sentidos, de un antiotomano bazar .
  
Las gallinejas y los entresijos fritos no los encontraréis allí. Tampoco los churros y en lugar del chocolate tal vez os pongan ese infame polvo blanco y colombiano... Hallaréis, sin embargo, caviar y champán, tigres y ostras que por lo que valen deben de contener perlas, como esos bebedizos que se dice tomaba Cleopatra. Ese sitio no pasa de ser una especie de teatro de guiñoles donde más que a comprar se va bovinamente a mirar a los señoritos andaluces y andaoscuridades tomando tapas como si de la versión madrileña de la feria de abril de Sevilla se tratase, un zoco sin posibilidad de regateo, el holograma de un mercado donde se sirven comidas deconstruidas para huesudas supermodelos que parecen sacadas de la noche de los muertos vivientes o de la invasión de los ultracuerpos... Seguramente les crezca la silicona las noches de luna llena y se les tersifiquen los liftings pomulares degustando esferificaciones emulsionadas de cipote de buey de mar en salsa de botulina. Yo mantengo la teoría, algo conspiranoica, lo reconozco, de la existencia de un secreto vínculo entre la cocina espectralmente quimicéfica del Bulli y el auge de la cirugía estética con sus intervenciones innecesarias y homologantes que hacen del ser humano una caricatura recosida, un spitting image... Seguramente ese común nexo sea la silicona, vete tu a saber... Los polvos de Ferrán Adriá nos trajeron estos lodos... Evitémoslos como a la lepra    

miércoles, 21 de noviembre de 2012




Adoración previa al sacrificio













Otra interpretación de la pareidolia anterior: fijémonos en el niño con túnica que se postra ante el monstruo antes de ser devorado.

lunes, 19 de noviembre de 2012




Crónica de una muerte anunciada (Mariano García)

Sucedió hace tres meses más o menos, pero yo me enteré ayer. Ha muerto Mariano García, alma máter de aquel famoso programa de música dura llamado Discocross. Dicen que el alcohol conserva, pero en su caso no ha sido así. Su cadáver semidescompuesto era descubierto en la casa que poseía en Cercedilla por su sobrino Víctor, quien hizo forzar la cerradura alarmado ante la extraña e inexplicable desaparición hacía varias semanas de aquel tío raro que tenía. Tan corrompido estaba el cuerpo que no hubo autopsia posible y una parca y banal "parada cardiorrespiratoria" fue escrita en el parte de defunción.








Mariano García, el tío Marrano, como muchos le llamaban, representaba para bastantes de nosotros aquello que no debe de ser jamás un periodista musical (sí, tenía la carrera de periodismo, aunque generalmente no lo pareciera): pesetero, falso, faltón, zafio, chanchullero y chupapollas de Teddy Bautista y su troupe de la SGAE; engreído y endiosado hasta límites que rozaban el ridículo; Rosendo le había dedicado su temazo "Agradecido", donde una tras otra le escupía a la cara su doblez y sinvergonzonería. Y es que antes de la existencia de internés, Mariano pontificaba sobre jevi en las ondas radiofónicas a golpe de talonario: hundiendo a quien no le pagaba, informando solamente de los conciertos que él promocionaba, y que generalmente tenían lugar en el mismo sitio, pues regentaba la famosa sala de rock Canciller, un simpático antro al lado de mi casa donde pasé muchos y muy buenos momentos de mi adolescencia.





Debería de alegrarme de que un orco así haya dejado de existir, y sin embargo me da pena. Es como si con su muerte una parte de mi juventud se hubiese muerto también, pues yo era un asiduo oyente de su programa, a falta de algo mejor, y encima solía pinchar buena música. Es verdad que el metal pesado nacional le debe bastante, más para mal que para bien: sus gustos eran trasnochados, repetitivos y aburridos, siempre con rock urbano cansino hasta la náusea, y finalmente su emisora, el Rockservatorio se hundió con él: insultaba a todos los que se bajaban música, y como esos vetustos dinosaurios incapaces de adaptarse a la evolución, se quedó atrás en el tiempo y el alcohol hizo el resto.





Pese a todo no quiero recordar solo lo malo de él: en cierta ocasión montó un numerito bastante cachondo en el Canci con unas Strippers, o aquel concierto en acústico de la McAuley Schenker Group en el que regaló (sí, sí, gratis!) las entradas a los oyentes. Había que ir a la emisora a las tantas y solo daban una por cabeza. Aprovechando un descuido del segurata me llevé una docena que después repartí entre amigos y conocidos... Qué gran concierto, lo pasamos que te cagas... Solo por eso, descanse en paz.



P.S. de Mr. Zanjas:



Yo, como no soy tan diplomático ni escuchaba Discocross, me alegro. No es que me alegre de su muerte en sí, pero sí de la desaparición de su figura. Vale que uno pueda poner la música que le guste en su emisora o en su lista de reproducción del blog, pero joer, es que sus gustos, incluso dentro del heavy, eran muy limitados. Escucharle en el Rockservatorio era un suplicio. Nuestro homenaje, esta entrevista que les hizo a los Warcry (y que ya pusimos en otro momento):








Primera parte de la entrevista (animada)





Segunda parte




domingo, 18 de noviembre de 2012




Pareidolias II














Abantos: grito desesperado (by Moskilón y 71R0 L1MP10)






La rana Gustavo (by Moskilón y 71R0 L1MP10)



La pareidolia (derivada etimológicamente del griego eidolon: "figura" o "imagen" y el prefijo para: "junto a" o "adjunta") es un fenómeno psicológico consistente en que un estímulo vago y aleatorio (habitualmente una imagen) es percibido erróneamente como una forma reconocible. Una explicación de este fenómeno conforme al funcionamiento del cerebro, es descrito por Jeff Hawkins en su teoría de memoria-predicción (Wikipedia).



Ver también Pareidolias I

jueves, 15 de noviembre de 2012




Un tipo que fue la hostia

Reconozco que por mucho que a uno le caigan como el culo los curas, las monjas, los telepredicadores y la iglesia, la figura de Jesús de Nazaret es difícil que no te mole. Es justo y necesario: un pibe capaz de convertir el agua en vino no puede caerle mal a nadie...Cuantas veces discutía yo con mi tío, ex jesuita racionalista y euclidiano, la verdadera naturaleza de este milagro, que a mí se me antojaba prefigurador de su futura transubstanciación eucarística (como un ensayo, vamos). Él sostenía, materialista, que Jesús lo único que hizo en aquel convite de Canaán fue mezclar simplemente agua con el vino, al estilo de griegos y romanos, quienes solían cortar sus caldos de ese modo antes de servirlos, en inmensas y bellas crateras. Una usanza extraña ésta, a ojos de aquellos rudos y aislados aldeanos palestinos, que solían beberse el vino puro y sin aguar. Jesús se convertía así en el primer barman y mixologist (especialista en coctelería) por derecho propio del cristianismo, un culto que ha sublimado en sacramento el sacrosanto arte de ir de tapas: efectivamente, pan y vino se convierten en el cuerpo y la sangre de un dios al que después hay que devorar. Al de Belén le gustaba comer  beber, eso está claro. Notándose perseguido y traicionado, ¿qué hace? ¿Huye? ¿Se venga? No, monta un banquete de despedida con sus amigotes a sabiendas de que va a morir. Hoy, en conmemoración suya, los norteamericanos ofrecen a sus condenados al ajusticiamiento una opípara última cena. Que Dios les bendiga por ello. 






Visto queda que el Nazareno estimaba la vida, el bullicio y la juerga. Dotado del don de convertir el agua en vino, seguramente fuese amante de los vinos blancos o claretes, d poca graduación, y regusto dulce en boca, con un levísimo toque a incienso y a mirra y aroma a nardos en nariz, que debía de ser bebido, no obstante, con moderación, pues su resaca daría   punzantes dolores de cabeza y lancinantes punzadas en el costado. Dejemos de hacer de sumilleres del diablo y de blasonar caldos que no probaremos sino en el Paraíso, si nos admiten. Al fin y al cabo, como decía mi abuelo, si un vino es bueno, lo notarás enseguida, y si es malo, también. Como imaginaréis, no era un experto en vinos, pero tenía su sentido de humor el hombre. En una ocasión, recuerdo, habiéndole portado un vino un camarero, le advirtió de que era de aguja. Mi abuelo le pidió pues, que se lo inyectase en vena.





Jesús se complacía en la convivialidad, la bebida y la buena mesa, y le encantaba compartir y departir con sus colegas, casi todos pescadores, lo cual tiene su lógica, sabiéndose que era hijo de un carpintero, que seguramente arreglaba barcas, y que encima era capaz de andar sobre las aguas, lo que le convierte también en una especie de socorrista de lujo, ahí es nada. Pero el de Nazaret sabía que los excesos no son buenos, y de vez en cuando se retiraba al desierto a meditar, ayunar y retomar nuevas fuerzas para afrontar una vida social que sin ninguna duda sería intensa como pocas.





¿Y qué me decís del pifostio que montó en el templo, echando a latigazos a banqueros y cambistas?... Tuvo que ser como una especie de Occupy Wall Street de la época. No es de extrañar que las autoridades de la zona le anduviesen pisando los talones. Sus invectivas contra los ricos, los pederastas, y los hipócritas fariseos están llenas de ironía y de socarrado humor negro. Ya de pequeño apuntaba maneras, poniendo en evidencia la ignorancia de los doctores de la ley con sus mayéuticos interrogatorios : Jesus era un punki de Palestina, y así me lo imagino yo, siempre sonriente, barbigreñudo, seguramente rubio, pues era descendiente de David, del cual se dice que era pelirrojo, y la genética es la genética, con su kufiyya blanquinegra en torno al cuello y su alba chilaba inmaculada como la Purísima Concepción, charlando por ahí con unos y con otros...Que Dios le perdone, era un buen tipo, ojalá y algún día nos invite a compartir con él esos vinos claretes de los que antes hablaba, y por los que tanto suspiraban los sufíes en las tabernas, de los cuales se dice que discurren formando arroyos por los jardines del Edén...AMEN.






lunes, 12 de noviembre de 2012




Sencillo manual para la Huelga General




martes, 6 de noviembre de 2012




Juego de Tronas

¿Quién es el malvado Rey?













lunes, 5 de noviembre de 2012




Tim Burton en Galicia

Coincidiendo con la celebración del Día de los Difuntos, que en Madrid, me chivan, fue de muerte, en vez de terminar a BOTELLAzos, como tenía que haber sido, se estrenaba una de esas peliculitas interesantes que, faltas del bombo publicitario que Hollywood exige, sin duda pasará injustamente sin pena ni gloria pese a sus muchos méritos. Se trata de O Apóstolo, una cinta de animación a base de muñecos de plastelina y stop motion, muy en la onda de Wallace y Gromit, o Shaun the Sheep, pero con una pequeña diferencia respecto a éstos clásicos: es una cinta de miedo... Lo confieso, hay que tenerlos pero que muy, muy cuadrados para hacer un filme de terror con cuatro monigotes que parecen sacados de la guardería de tu hijo, pero la idea, por arriesgada y original, me pareció encomiable. La acción se desarrolla en la brumosa Galicia de mis ancestros, y los muñecos usan no sólo las voces, sino también el físico del inquietante (cuando quiere) Luis Tosar, de Manuel Manquiña, o Geraldine Chaplin, entre otros. Por supuesto, no faltan referencias al tétrico folclore galaico, poblado de hombres lobo, meigas y queimada, caminos que se hacen al andar,y a esa célebre procesión de muertos conocida como Santa Compaña o Hueste Antigua, fuera de Galicia. ¿Una cinta "enxebre"?   Puede que sì, pero  al menos algo diferente y diverso. Desgraciadamente, más allá del manga, no abunda el maridaje de horror y animación... Aún recuerdo nostálgico un inencontrable corto español magistralmente dibujado a mano titulado William Wilson (aún ando buscándolo, por estas redes de Dios), versión del cuento homónimo de Poe, que me heló la sangre en las venas hara una quincena de años... Pero siempre nos quedará Tim Burton y sus musicales títeres de cachiporra. Algún día los teleñecos montarán la de Dios es Cristo con sus motosierras...







Pese a todo lo dicho esta peli no va de original ni nada de eso, y es ahí donde reside su encanto...La imagino llena de referencias a clásicos ambientados en ese país de la morriña, que también es el mío, como la cachondísima y fantástica "El Bosque Animado", con Alfredo Landa, una especie de "Amanece que no es Poco" con regusto a sardiñas y ribeiro,  o la oscura e injustamente olvidada "El Bosque del Lobo", starring José Luis López Vázquez en el papel de un perturbado asesino sicópata que existió realmente y se llamaba Manuel Blanco Romasanta, con ribetes de licantropía y sadismo... Os puedo asegurar que ese divertido cómico de papeles generalmente inocuos y pequeñoburgueses da verdadero canguelo en esa modesta producción, una simple muestra más de su grandeza como actor y artista... A principios de este siglo, o por ahí, se retomó el tema y apareció una olvidable "Romasanta", con toques steampunk, gore y unos actores malos como ellos solos... Luego, a alguien se le ocurriría que la pintoresca aldea pontevedresa de Combarro era una localización excelente para filmar allí "La Sombra sobre Innsmouth" del maestro Lovecraft , y apareció "Dagón, la Secta del Mar", de Stuart Gordon (" Reanimator", entre otras, ahí es ná), que a mí me gustó, pese a su irregular desarrollo, y a que las pesadillescas abominaciones lovecraftianas hablaban en gallego entre sí, lo que en más de un cine estropeó con carcajadas y chanzas grandes momentos de tensión y miedo, e hizo enrabietarse a más de un fan del ermitaño de Providence (me consta)... A pesar de todo su visionado deja, creo, un buen sabor de boca a pulpo y a cachelos, como no podía ser más en una obra sobre el terrible dios cefalópodo Ctulhu, y lo celebramos con un buen albariño en el parque al lado del cine, o tal vez eran unas litronas, ya no me acuerdo bien... El humo de los petas nubló mi cerebro para ciertas cosas, qué le vamos a hacer. Voy al mueble bar a ponerme un orujo.





Como no puedo verla, bajárosla y contadme, piratillas todos.



jueves, 1 de noviembre de 2012




Día de muertos

Otra vez la misma murga de todos los años: el dichoso Halloween de los cojones... Los chinos se hinchan a vender quincalla supuestamente celebratoria y algunos fruteros calabazas de esas naranjas que solamente sirven para ser decoradas... Confieso que hubo una época en que me gustaba, pero ahora me aburre tanto como las navidades, el día de la raza o el día de acción de gracias que, Dios mediante, dentro de pocos años acabaremos celebrando también nosotros comiendo moco de pavo... Por lo menos en Méjico, al día de los fieles difuntos lo siguen llamando día de muertos y montan unas celebraciones muy pintorescas y llamativas, barrocas y abigarradas como es ese país, sincrético y colorido... se come, se bebe, se divierte uno, y en suma, se vive... la fiesta de muertos es tan alegre y divertida como lo es el pueblo azteca, con esas calaverillas inofensivas y sonrientes de azúcar que se regala a los niños... casi casi como si los mejicanos quisiesen olvidarse de la narcoviolencia llena de cadáveres apedazados que impregna su prensa diaria, y que ya apuntaba maneras en filmes pretarantinianos como "Quiero la cabeza de Alfredo García"  (porque hoy la violencia real imita al cine, es una realidad)... las mismas calaveritas que hace más o menos un siglo dibujase José Guadalupe Posadas, una especie de Goya centroamericano que ilustraba periódicos, revistas y pliegos de cordel con divertidos esqueletos bailones, o menos divertidas ejecuciones reales... Su arte era, no obstante, tan viejo como la misma fiesta de difuntos, pues se inspiraba en las viejas danzas macabras españolas y europeas, como la que pintó Brueghel, que podéis admirar en el Prado, y que es prácticamente una peli de zombis medieval en stand by... Tanto hablar de cine y de mejicanos me ha dado sed de tequila y hambre de buenas pelis. Cogeré al Guillermo del Toro por los cuernos y me veré "Amores Perros", que no es suya pero mola mazo, o esa fricada que hizo Alex de la Inglesa antes de adelgazar y ponerse esas horrorosas carillas dentales que dotan a su caballuna sonrisa de sepulcral blancura Profidén, y que responde al nombre de Perdita Durango, casposa pero buenorra, como me gustan a mi... las pelis, o cualquier cinta de Buñuel, maestro de maestros, que además de mañico, era mejicano (un "Franco" favor que le hizo arriba España). Y es que Méjico, cabrones, vive, también el dia de muertos. Disfrutadlo con salud, tequila y buen cine, de ese de internet, que está la vida muy mal...

lunes, 29 de octubre de 2012




Carta de los trabajadores de RNE



De trabajadores a ciudadanos: 



Ante los cambios que está sufriendo RNE en los últimos tiempos, un grupo de trabajadores queremos deciros que esta no es la radio que queremos hacer. Ni queremos esta, ni queremos la de Aznar, ni queremos la de Felipe. Queremos la de los últimos años. Esa que, por fin, era fruto del consenso obligado entre los partidos. Esa en la que la ideología quedó al margen y pudimos trabajar con libertad y con criterios exclusivamente profesionales. Esa que, siendo mejorable, nos situaba por primera vez cerca de los medios internacionales más avanzados y serios. Esa que ha sido reconocida dentro y fuera de España, y por gente de todas las ideologías. 



Pero en un solo mes esa radio ha desaparecido. No sólo hemos vuelto a los tiempos de la manipulación y el sectarismo, sino que se añade algo mucho más grave: el hundimiento de la calidad. Y eso no tiene nada que ver con izquierdas o derechas. Desde nuestros sitios asistimos cada día atónitos, indignados y tristes a cómo se perpetra una radio que es de todo menos profesional. Una radio hueca en la que vuelve a primar el discurso oficial. Una radio en la que los temas incómodos para el gobierno desaparecen o son relegados, y los que son irrelevantes pero positivos para el ejecutivo, suben a los primeros puestos. Una radio en la que nos saltamos directos y ruedas de prensa fundamentales y, lejos de poner el grito en el cielo, nos damos palmadas en la espalda. Una radio de entrevistas pelotas y superficiales a la derecha y llenas de reproches a la izquierda. Una radio en la que los presentadores de los informativos (que, en su mayoría, no tienen experiencia en esa tarea) hacen editoriales y apostillan alegremente con opiniones, siempre del mismo lado. Una radio en la que hemos pasado de la exigencia y la seriedad, a la desorganización, el desconocimiento y la despreocupación. 



Pero no sólo ha cambiado la forma de hacer la radio, sino quiénes hacen la radio. Porque aunque seguimos siendo los mismos, la mayoría están cambiados de sitio. Volvemos a aquellos tiempos en los que cuando llega una nueva dirección arrasa con todo y no por razones profesionales como dicen. Porque ¿quién se cree que se cambien todos los editores y presentadores de los programas e informativos, los nombres de los espacios, las sintonías, o incluso los jefes técnicos e informáticos sólo por razones profesionales? ¿Todos los que estaban eran malos? ¿Todos los que están ahora son mejores? Entendemos que una dirección debe rodearse de gente de su confianza, pero llegar a hasta ese punto no se explica si no es porque quieres poner “a los tuyos” y volver a utilizar la radio como tu cortijo. 



Pues quienes piensan así deben saber que estamos hartos de que a los trabajadores se nos tenga por un ejército que está ahí para obedecer las instrucciones de unos o de otros aunque sean opuestas, ilógicas e injustas. Estamos agotados de que nuestras carreras profesionales fluctúen o ni existan por razones ajenas a nuestro trabajo. Por no aceptar órdenes políticas o porque otros las aceptan demasiado. Y lo que es peor, estamos tristes porque sabemos que no hay mayor mal para una radio que estar cambiando constantemente las voces, los programas y las formas. Porque así es imposible fidelizar oyentes. Y ahora que habíamos empezado a conseguirlo, volvemos a tirarlo por tierra. 



Pero hay otra prueba de que los cambios no están motivados por razones profesionales: la redacción ha dejado de “sonar”. La espontaneidad, los debates, la tensión informativa… Todo ha desaparecido para dar paso a un silencio motivado por el miedo a las represalias. Porque ya hemos visto cómo muchos compañeros –directivos o redactores de base- han sido retirados de sus puestos “naturales” sin justificación y con formas un tanto mafiosas. A lo que hay que añadir una bajada de sueldo que asumíamos por cómo están las cosas, pero que ha empezado a irritar cuando, por ejemplo, hemos visto que la mayoría de los nuevos directivos están remodelando sus despachos (obra incluida). ¿De verdad es necesario? ¿No les parece un gesto de desprecio hacia sus trabajadores? 



Y así van pasando los días y empiezan a normalizarse una mediocridad y una manipulación que, en absoluto, son normales. Ni debéis admitirlo los ciudadanos, que sois quienes pagáis esta RTVE, ni debemos admitirlo los trabajadores. 



Por eso, ante la falta de reacción de nuestro consejo de informativos, hemos decidido actuar. Para hacer saber a los ciudadanos que no compartimos esta radio y que sabemos que estamos siendo el hazmerreír. Para decirle a la nueva dirección que manipular hoy en día, con unas redes sociales que te desmienten al minuto, solo nos lleva a hacer el ridículo. Para decirle al gobierno que cuando se permite semejante bajón en la calidad la audiencia huye y la radio no sirve ni para manipular (aunque quizá ese sea el plan: servir en bandeja su cierre). Y para decirles a los compañeros que somos más, que no nos pueden castigar a todos y que nos estamos jugando el futuro. 



Como periodistas que defendemos la transparencia lamentamos tener que empezar de forma anónima, pero eso cambiará. Mientras tanto os dejamos una cuenta de twitter (@salvemosRNE) desde la que iremos denunciando todo lo que va pasando en RNE y desde la que, esperamos, vosotros también denunciéis. Porque estamos juntos en esto. Si una vez se consiguió una RNE de calidad, se podrá siempre. 



Fdo: El colectivo “Salvemos RNE”

lunes, 22 de octubre de 2012




Hominid

Reflexiona:





http://vimeo.com/37742808




Hominid is an animated teaser based on the Hominid series of photo composites by Brian Andrews. The series has been exhibited internationally, including at SIGGRAPH, in the Hong Kong Exhibition Center, and at numerous galleries. This animated teaser was produced at Ex’pression College for Digital Arts. Be on the lookout for future Hominid animations.




You can find out more information on the project at hominidanimation.net/.




Written and Directed by Brian Andrews.

lunes, 15 de octubre de 2012




Guerras y Golfos

Hoy estoy contento que te cagas, porque la crisis no solamente trae malas noticias: henchido de orgullo y satisfacción, me acabo de enterar de que el ejército español va a sustituir sus maniobras con fuego real ( Real de auténtico, no real de Summa Jestad) por flamantes simuladores comprados a alguna empresa japonesa...El bueno de Miguel Gila se tiene que estar tumbando de la risa en su tumba...Todos dicen que es una excelente medida ésta, que permitirá ahorrar pólvora, cañones y mantequilla...Yo voy más allá, y creo que es el principio del fin de la guerra tal y como la conocemos, llena de sangre y sesos desperdigados por todas partes, tipo Salvar al Soldado Ryan...¡Las crueldades bélicas por fin se van a acabar! Los pioneros en esto, como en tantas otras cosas, han sido los industriosos americanos, que Dios les bendiga...Su cine es violento y visceralmente visceroso, si, pero sus guerras son de una limpieza tan impoluta como la de los váteres de la Casa Blanca, y de una precisión tan quirúrgica como la de las lobotomías faraónicas, como bien se pudo demostrar en la primera guerra del golfo, con esas manchitas fosforescentes que se recortaban sobre una pantalla negra como la muerte...Pero eso es el pasado, y yo lo tengo claro: nuestros golfos adolescentes podrán pasar tranquilamente del cómodo apoltronamiento hamburguesante de la PLAY al simulador de guerra sin traumas ni rupturas descolocantes...Será como una especie de rito iniciático de madurez, sin duda mucho mejor que la puta mili de antes...Total para lo que les servirá la universidad...

Pero, y ya de paso, podríamos rogarle a nuestra soldadesca, si no es mucho pedir, que sustituyan sus anticuados uniformes por cosplay nipón, sus desfiles por cabalgatas, al rey Juancarca por el rey Baltasar, y a la cabra de la legión por un robot de cocina...ya puestos, podríamos solicitarles a nuestros antidisturbios que cambien sus porras por porros o por churros, para los no fumadores, y sus pelotas de goma ( sí, amigos, los antidisturbios las tienen bien puestas, pero de goma...no sirve de nada patearles la entrepierna, que lo sepáis para otras manifestaciones ) por bolas de tenis...Al final, ya metidos en harina, podíamos cambiar las guerras por partidas de Estratego, de Hundir la Flota, o de ajedrez para los más clásicos, los patíbulos por el juego del ahorcado, y los disparos por fuegos artificiales...A la postre va a tener razón Albert Frank Einstein: las guerras del futuro se harán con palos y con piedras...Lavs Deo

martes, 9 de octubre de 2012




aPPocalypse now

Ay, Tenochtilán, mamacita....el final de los tiempos se acerca... Nuestros antepasados conquistaron a sangre y fuego un continente, y ahora la maldición de Quetzacoatl ha caído sobre las cabezas de sus descendientes, uséase, nosotros, españolitos modernos e ilustrados que nos creíamos tan europeos, y de repelente nos hemos descubierto europedos...Este año se cumplirá la profecía maya del final de la cuenta larga de ese sistema de cómputo cronológico tan complicado a base de ciclos temporales cósmicos o baktún, subdivididos en katún, y a España catapún...



Nos lo merecíamos...arrasamos una de las más brillantes civilizaciones jamás aparecidas sobre la faz del planeta...De los mayas hoy no quedan más que cuatro indios arrinconados en Chiapas. El arzobispo Diego de Landa se empeñó a fondo en quemar todo libro maya que se le pusiese por delante y encima lo cuenta ufano a Carlos V en su Relación de las Cosas de Yucatán...Lo terrible es que se empleó tan a conciencia que esa pesada memoria que escribió contiene todo lo que sabemos del complejo funcionamiento del calendario maya y también algo sobre su escritura, muy peculiar por el hecho de ser quizás la única que no se ha descifrado totalmente pese al hecho de que conocemos su aproximado modus operandi, y conocemos también la lengua...En el caso de los jeroglíficos egipcios, la escritura fue descifrada gracias a una lengua derivada, el copto, bien conocida,y algo parecido ocurrió también con el acadio y el babilonio, gracias a unas inscripciones bilingues con el persa, una lengua también nota...De los mayas lo sabemos todo y nada...Conocemos bien sus lenguas y dialectos, aún hoy hablados, su cosmogonía y mitos, pero sus jeroglíficos permanecen aún hoy silentes en gran medida...La razón es que arrasamos sus bibliotecas impunemente...Quedan tres o cuatro códices mayas en el mundo, de los cuales uno se expone en el Museo de América de Madrid, cuya visita os recomiendo encarecidamente antes de que lo roben como le sucedió al Calixtino...y con tan poco material es difícil afrontar un desciframiento...Es verdad que hay abundantes inscripciones lapidarias en monumentos perdidos en medio de la selva, pero éstas suelen ser breves y eso no ayuda demasiado a la descodificación...



Sin embargo los mayas se las apañaron tras la conquista hispana. Aprendieron el alfabeto latino, se fingieron cristianos, y recopilaron los restos que buenamente pudieron de su cosmovisión en dos libritos secretos tan extraños como fascinantes, el Popol Vuh y el Chilam Balam...donde se predice en tono muy cristiano (lógica influencia hispanica) la llegada de los tiempos de las postrimerías...Y estos nos atañen a nosotros...



Los inmigrantes latinoamericanos lo saben bien, y se están largando a todo trapo y con fresco viento porque prefieren las delicias a veces amargas de su Pachamama a los sinsabores continuos de la "Madre Patria" que la parió...Y tienen razón, porque sufrir pa ná es tontería. Mel Gibson ya tiene material más que de sobra para hacer una segunda parte de APPocalypto con las siete PPlagas que ahora mismo afectan a Esppañistán: PParo, PPrecariedad, PPaletos, PPolicía, PPobreza, PPijerío y PPasotismo...Un PPuto PPaís que es la PPolla, vamos...



Al final el ciclo se cerrará, y nuestro destino se asimilará al de los pobres mayas...pasaremos a ser PPolvo...la escoria de un viejo imPPerio...Delenda est HisPPania!

sábado, 6 de octubre de 2012




No-r-way

Parece que últimamente  ese espléndido gallinero que es Madrid anda algo revuelto. Vivimos ya en los duros tiempos que otrora vaticinase Orwell, y los Puercos y Puercas de Seguridad del Establo se empeñan a fondo en defender a palos a quienes nos (mal)gobiernan...Los jueces se convierten en pijos anarquistas, los manifestantes en delincuentes y las presentadoras en princesas...Quién sabe en qué se convertirá nuestro país...El otro día el Times de York la Nueva publicaba una maravillosamente acerba colección de fotos en blanco y negro que retrataba lo más blanco de la España negra: miseria, hambre y desesperación tan goyescas como las que vivieron mis padres en la posguerra...con la diferencia de que no ha habido ninguna guerra, o tal vez sí y no nos hemos enterrado, porque las batallas ahora se pelean en la Bolsa y en los bancos muchos acabarán durmiendo...

Durante nuestra contienda civil, muchos padres desesperados enviaron a sus hijos a Rusia para salvarles de la pobreza y garantizarles un futuro...Ahora, en Noruega la gente de bien se dedica exactamente a eso, a apadrinar a niños españoles para salvarles de la pobreza y garantizarles un futuro...que aquí no existe...

Soy ya la tercera generación de mi familia que se tiene que buscar la vida en el extranjero...antes que yo lo hicieron mi abuelo y mi padre...Decía nuestro compatriota Castelao que el gallego no protesta, emigra...Sólo Allah sabe lo qué le tocará a nuestros hijos...Ahora va a haber elecciones en Galicia, y el PP volverá a ganar, un cosmético cambio, para que en realidad todo siga igual... Seguimos exportando emigrantes y nuestros políticos lo camuflan diciendo que los jóvenes salen fuera "a formarse", como si  España fuese sólo un centro de deformación...Y encima ahora sin dinero para las Erasmus...

La lengua de moda ahora en el gallinero es el noruego, pero no para leer la maravillosa poesía de las sagas y los eddas, o descifrar las letras (o runas) de Dimmu Borgir, sino para irse allá a currar "de lo que sea"...el problema es que el noruego, hablado en todo el mundo mundial por unos 4.500.000 vikingos no es una lengua fácil de aprender fuera de Noruega...Apenas hay material en español para el estudio de ese idioma, y apenas hay profesores (necesariamente nativos) que lo conozcan y estén dispuestos a enseñarlo por un sueldo y unas condiciones de trabajo "españoles" ...Pero no es fácil ir a currar a Noruega para pagarse las costosísimas clases, y estudiar a la vez...Porque sin saber noruego no te cogen, y porque sin trabajo las caras clases no te las paga el estado. Además, los españistaníes tendremos que competir con la colonia chilena, asentada desde largas décadas, proveniente de un medio polar sureño pero similar, de fiordos y largos inviernos sin luz, con amplia experiencia en el sector del pescado y de la pesca, y buen dominio del inglés por haber servido en buques de todo el mundo...sin el cual es casi imposible aprender bien el noruego, por ser lenguas emparentadas...Sí, existen cursos online y todo lo que quieras, pero los métodos tipo teach yourself solamente funcionan hasta un punto bastante limitado...Si se quiere hablar un idioma es imprescindible un maestro, y si el inglés se enseña como se enseña, mejor no pensar en como va a ser la del noruego...

Tal vez tendremos que recurrir a los trucos de Alfredo Landa, Pajares y Esteso, y sacar nuestro macho más macho y más ibérico que nunca para ligarnos a la cauta escandinava que nos quite de currar, o bien ir allá a delinquir y pegarnos la gran vida en sus cárceles de tres estrelllas, mientras le recogemos el jabón en las duchas a Anders Breivik ( que en realidad es español, hijo secreto de Ana Botella, como se puede colegir comparando su manifiesto y el de FAES ), o mientras Varg Vikernes nos enseña a tocar marchas nazis a la guitarra durante nuestra estadía entre las chiclosas rejas del noruegués trullo...El paraíso nos espera en el septentrión, y como el infame dios-pulpo de los cuentos de Lovecraft, huele a pescado podrido en Dinamarca, God bless Norway...No-r-way, No Way...

lunes, 17 de septiembre de 2012




Turcos






Ha venido la nueva Margaret Thatcher Teutónica y se nos ha olvidado preguntarle a doña Angela si quedan puestos de barrendero, limpiador, o mozo de cuerda en su país, que hay muchos universitarios en paro que ven todas las semanas Españoles por el Mundo. 





Parece que Alemania se ha convertido en la Nueva Tierra de Promisión a la que exiliarnos en busca de la quimera del trabajo fijo y remunerado...Pocos te cuentan que Alemania no es un país de vida fácil, especialmente para nosotros, españolitos de a pie, malacostumbrados a hacer lo que nos da la gana como estamos a cualquier hora del día o de la noche... Allí existen las normas, reglas que encorsetan protectivamente la existencia de los nativos de aquellos que no lo somos y que lógicamente no conocemos, aunque esto no nos exima de cumplir con ellas... Luego está la cuestión del idioma, nada baladí, porque si en España el inglés se enseña como se enseña, imagínate el alemán: Meine Schneider ist Rich und meine Mutter ist in das Bunker... Todos los días llegan a mi correo decenas, no exagero, decenas, de ofertas de empleo italianas en las que se exige alemán. Curiosamente el inglés no se pide en ninguna...se da por descontado. Y es que aquí el alemán es segunda lengua oficial en los territorios del Trentino,por temas históricos y de reparto de tierras. No obstante eso, no es muy estudiado. Seguramente porque los italianos no necesitan emigrar a Alemania para encontrar curro, como nosotros. Pocos te dirán también, que las profesiones que buscan son sobre todo de ingenieros y arquitectos. Y seguramente muchos de esos puestos se queden sin cubrir por diversas razones : exigencias de perfiles superelevados, el hecho de que siendo ingeniero encuentres curro en cualquier sitio, aunque sea mal pagado, el escaso atractivo que suele tener Alemania como país de ocio, en un país como Españistán, donde eso es importante, porque desgraciadamente allí todos estamos ociosos de modo forzoso, el tirón de la familia y los amigos, que en Spain son todavía valores importantes que nos ayudan a sobrellevar, por ejemplo, dicho "ocio  forzoso" , que mencionaba antes, estimo y creo que pueden ser algunas de las causas de las vacantes que apuntaba... Pero las empresas alemanas hacen bien en pedir la luna, porque siempre algo seguro que encontrarán. 





Los que no somos ingenieros, gracias al rajá Rajoy y compañía, vamos a hacer el turco a Alemania: somos morenos, bajitos, hablamos a voces, nos juntamos entre nosotros, no hablamos el idioma del país, comemos ajos y cebollas, tenemos fama de impuntuales y vagos, cuando en realidad lo que sucede es que no trabajamos porque no hay dónde, y venimos de un viejo imperio islámico peninsular empobrecido. Queda la cuestión religiosa, pero frota bien a un español, y te acabará saliendo, junto con la portera, ese moro muza que todos llevamos dentro. 





Lo dicho, turcos.





jueves, 13 de septiembre de 2012




La sopa boba

Recuerdo, siempre con una sonrisa en los labios, como el Joker de Batman, de mis tiempos de estudiante en la UAM, no tan lejanos en el tiempo como en el espacio, a aquellos alumnos más menesterosos y necesitados, que para sacarse algún dinerillo extra, menudeaban hierba y derivados de ésta en el vidriado atrio de la cafetería de la facultad de FFL, al que algunos llamaban por mal nombre el invernadero, y por peor, el coffee shop. Pasar por aquella acristalada antesala era siempre motivo de nebuloso regocijo, y alegres y risueños todos, nos dejábamos caer por la cafetería para un bocata o un cafelín, contentos de vivir, y de dejar vivir.



A aquellos estudiantillos pobres, de haber vivido en el Medioevo, se les habría conocido como sopistas o galloferos, uséase, aquellos que comían la sopa boba de la caridad pública de ciertos conventos, o la gallofa, una menestra hecha con Dios sabe qué bazofias, que ocasionalmente se distribuía a mendigos y miserables.



Eran tiempos duros aquellos, en los que había que compaginar la supervivencia con los estudios y con los naturales ardores y pasiones de la juventud. Tuvo así su nacimiento la figura del goliardo, encallecido estudiante gallofero y sopista, que era un poco como el alternativo (auéntico, ojo, que hasta en eso abundan las imitaciones) de hoy en día: radical, romántico, revolucionario, ratero, romano (estudiaban latín), religioso (a su modo), recio y rijoso...



Pues bien, el rey de las ranas, José IgNAZIo Wert, de nombre no sé si croado o croata,se ha empeñado en revivir épocas pretéritas y ha decidido que vuelva, cual rey Arturo en blanco corcel, ese pícaro mundo de galloferos goliardos. ¿Cómo?  Pues subiendo las tasas de matrícula hasta extremos vergonzosos. Con esta medida, muchos van a iniciar a pagar con sangre, sudor y lágrimas, todos y cada uno de sus créditos de estudio, convirtiéndose en prohibitivo el suspender, y obligando a tantos a comer bazofia como los pobres estudiantes medievales para poder pagarse la uni, o peor aún, a venderse directamente en la vía pública por un plato de lentejas frías Litioral, porque como dicen las leyes del mercado de trabajo inexistente, hay que saber venderse.



Antes de que estudiar sea solamente privilegio de unos pocos favorecidos por la fortuna, lapidemos a JodeigNAZIo Blurp con nuestras más duras palabras, fusilémosle con nuestros silbidos allá doquiera que vaya, agitémonos y tomemos las calles, porque son nuestras, y porque no queremos que situaciones que considerábamos que pertenecían al pasado vuelvan a repetirse.








miércoles, 12 de septiembre de 2012




Perdedores por el mundo


El otro día se inauguraba en la universidad el inicio del curso académico. No fue posible porque muchos universitarios montaron la de Dios es Cristo, porque seguramente no puedan volver a matricularse, dada la espectacular subida de tasas con la que el estado pretende arreglar la educación en España. Tenemos un excelentísimo ministro del ramo con nombre de regüeldo de cerveza y bratwurst, que se llama José IgNAZIo Wert, in nomen omen, que dirían los clásicos grecolatinos, a los que en Hispania ya nadie estudia... Heil Hitler, Herr Wert, ¿cómo coño se pronuncia tu nombre? ¿Bart? Ay, perdona, es que como en este país no estudiamos idiomas, porque no podemos permitirnos ir a la universidad porque no tenemos dinero porque no tenemos trabajo porque no tenemos estudios porque tenemos la tasa de fracaso escolar más alta de la Unión Europea. Qué importa, si aún teniendo formación universitaria no vamos a encontrar curro. La solución a todo, para el estado, pasa por SER EMPRENDEDORES, lo que en román paladino significa que tienes que ver Españoles por el Mundo todas las semanas, sobornar a tu vieja de que te pague un máster en Princeton y creerte el dogma de que todos los que vivimos en el extranjero tenemos un helicóptero personal a la entrada de casa. Así estarás ya en condiciones de montar tu propio chiringuito y engañar a otros incautos contándoles la misma parida de que eres un self made man. Es la estafa de la pirámide. Márchate fuera, joven pre-parado, es lo que parece que últimamente el gobierno deja entreoir, cual canto de náyade. Nada dice del hecho de que seamos la nación europea con peor nivel de inglés de todas. Y lo somos porque el estado apenas se preocupa en invertir en que lo aprendamos. O estudias privadamente, pagándotelo tu, o no aprendes. Ya pero es que yo lo que quiero es irme a Alemania a limpiar váteres, y para eso no necesito el inglés. Mira, piltrafilla, si te vas a Alemania a limpiar váteres, tendrás que competir con turcos y marroquíes que conocen la cultura, hablan no ya inglés, ni alemán, sino el dialecto del Lander, y encima tienen el título oficial de Limpiaváteres del Kronprintz, sin el cual allí no te dejan ni tirar de la cadena. Así son las cosas. Yo me pregunto si los ancestros de José IgNAZIo Wert vinieron aquí a limpiar váteres o a andar de puteo por Benidorm. Si la segunda opción es la verdadera, el sr. ministro es un grandísimo hijo del Tercer Reich. Al final las pateras que los subsaharianos dejaron varadas en Tarifa las tendremos que utilizar nosotros. Quién sabe cuando, quién sabe adónde.  




















martes, 11 de septiembre de 2012




Parafarmacias


El gobierno del PP finalmente se ha salido con la suya. Ha decidido que los inmigrantes "ilegales" carezcan de todo derecho sanitario. Que paguen aunque no tengan con qué. Típica estrategia de balones fuera. Esta crisis la provocaron los ricos y la pagamos los pobres. Se empieza por envilecer al inmigrante, obliterándolo de cualquier registro en el que pueda figurar, se prosigue con multas a las putas por serlo, confiscando las limosnas a los mendigos, poniendo candados en los contenedores de basura de los supermercados, y quien sabe, tal vez se termine todo a este paso en humareda, como en Auschwitz. Ya puestos, y para abrir boca, podríamos restaurar los trabajos forzados en las minas de azufre, o las galeras con remos, que son muy sanas y se hace ejercicio de rehabilitación.










Uno de mis capítulos favoritos de los Simpsons es aquel en el que Homer necesita una operación a corazón abierto, pero no tiene ni seguro ni pasta para ello, así que la famila acaba recurriendo a un médico que se anuncia en uno de esos canales tipo teletienda, un tal  Dr. Nick Riviera, con fuerte acento argentino en el doblaje, que se publicita destacando que su nombre se escribe con V de barato. Al final la historia, como no podía ser menos, acaba bien para el bueno de Homer, pese a la intervención del chapucero y lisérgico Dr. Riviera.




Vaya sátira del sistema americano  de sanidad, pensaba yo entre carcajada y carcajada. Hoy ya no me río, me escalofrío, porque lo que me parecía tan lejano y ridículo puede ya llegar a pasar aquí. Empezamos por recortar derechos a los inmigrantes, y poco a poco, pero de manera implacable irán a por el resto: personas en riesgo de exclusión social, que es el modo bonito de motejar en nuestros días a quien está en la miseria, parados, pensionistas, madres solteras, hasta que llegue el día en que si te tienes que operar de almorranas, tendrás que llamar a cinco o séis fornidos colegotes, al carnicero de tu barrio, y morder con fuerza el palo de una escoba, porque la cirugía será solo para unos pocos privilegiados. Los demás tendremos que ir a ver a nuestro barbero de cabecera o al chamán ese de la esquina que prepara unas pócimas que ni Harry Potter, oye. Y si sóis víctimas de un atentado, como ocurrió en USA hace poco, con la balacera esa del estreno de Batman, vuestros colegas tendrán que ponerse a recaudar fondos para pagar los gastos médicos que generéis. Ole con ole.




Quitar derechos a excluidos sociales no solamente no sirve para ahorrar, sino que margina todavía más a quien está, nunca voluntariamente, en esa situación. El lumbreras del partido en el poder debía de escuchar la cancioncilla esa de Glutamato Ye ye de todos los negritos oh oh oh tienen hambre y frío, y se la ha debido de creer al pie de la letra, pensando que llegan en patera comidos del noma, del ébola o de la elefancía a buscar caros tratamientos médicos en Europa. Nada más lejos de la realidad. Raro es el inmigrante "ilegal" que tiene ganas de "abusar" de nuestro sistema sanitario. Bastante tienen ya con buscar algo que se parezca a un curro. La imagen del negrito leproso queda muy bien en las huchas del DOMUND que pasean las señoras con rubio casco de laca, de derechas de toda la vida, por el barrio de Salamanca, pero no se ajusta a la realidad en lo que a inmigrantes se refiere. Además, con el paro y la crisis que hay, que se están largando a sus países todos los migrantes legales y no que han venido, qué coño se inventa ahora el rajá Rajoy de que nos quieren colapsar el sistema sanitario. Si quiere hacer caja, que se baje el sueldo.







domingo, 9 de septiembre de 2012




Dia de reyes







A Juancarca Primero no paran de lloverle las desgracias. El otro día en la JóDT le pillaron in fraganti arreándole un manotazo a su chófer personal. Vale que no fue una agresión seria, pero a saber qué habría hecho el Campechano de haber tenido cerca una escopeta (seguramente, vista su torpeza, matar a cualquiera que pasase por allí), y es que a su real persona no le daba la aún más realísima gana de andar unos metros para ser recibido en olor, que no honor, de multitudes, convaleciente como está de su operación triunfo de cadera. Ay, qué tendrá África que todos vuelven de allí hechos polvo. No soporto al rey, me cae gordo. Siempre me ha parecido una especie de muñegote insulso al que se sacaba para dar ambiente en procesiones, desfiles y fiestas de guardar en el armario, un personaje sin gracias al que había que reírle las inexistentes susodichas, generando incomodidad y mal rollo, como un orgasmo fingido, vamos.




El Juancar es un regalín que nos hizo Franco antes de morir y al que tenemos que aguantar mayormente todas las navidades pasadas, presentes y futuras, como a los fantasmas del  cuento de Dickens, o como a ese loro horroroso que se trajo de Borneo aquel tío al que nunca soportásteis y que encima os lo legó en testamento con la obligación de cuidarlo y mimarlo so pena de no ver un duro del resto de la herencia.




En cambio, me cae bien la reina. Me conmueve, lo reconozco, su perpetuo mohín de tristeza y hastío. Parece una mujer bastante sensible y sencilla, amante de los animales, que odia las  corridas de toros ( algo imperdonable en el apolillado mundo de rancios y abolengos en el que profesionalmente-noblesse oblige-se tiene que mover), que es capaz de leer a Tucídides y a Homero en su lengua original. Se nota en ella un gran talento desperdiciado, obligada como está a hacer de mueble heráldico, de mujer florero, de aparcamiento de algunas ya marchitas flores de lis, de sopor-te y de tenante de un gilipollas en las grandes ocasiones, del que debe de aguantar cuernos, y tal vez bastardos.




No soy antimonárquico, como podéis llegar a pensar. Me caen bien Príamo, Ulises, Arturo, Elvis y Midas, entre muchas otras coronadas testas. Para los que sepáis francés, hago compras en Leroy Merlin, y Sir Walter Scott y don Robert Louis Stevenson me convencieron con la sibilina prosa de su obra de que apoyase de todo corazón la causa jacobita allá en la brumosa Escocia, y con ella a la casa de los Estuardo, legítima pretendiente al trono del país del güisqui. Y no soy yo el único en esto de defender la monarquía como válido sistema de caudillaje: Valle Inclán, el anarquista fumeta, le dió en sus obras a los partidarios de don Carlos la posibilidad de expresarse  en modo y manera tales que no hubo otro literato que llegase a hacer tanto por dicha causa, por muy perdida que estuviese.




Regocijémonos de todos modos, de no vivir en el medioevo, época en la que a ése chófer, seguramente, le hubiesen defenestrado, que es el modo cultureta de decir que habría volado sin alas y en libre caída desde algún balcón de palacio. Pero hoy en día los reyes son más civilizados, simplemente ocurrirá, como es bastante probable, que os crucéis con él en la oficina del Inem la próxima vez que vayáis por allí a renovar, y, como decían en el Equipo A, tal vez puedan contratarle.  




Tal vez la solución a todas estas cansinas polémicas de reyes sí, reyes no, sea la de una monarquía electiva como la que tuvo Venecia: yo propongo que cada X años nos gobierne un monarca distinto: un Saboya, o un Bonaparte, para empezar con algunas de las casas pretendientes al trono de España. Luego podríamos ampliar el sistema a otras casas reales de ajenas naciones. Incluso podríamos intercambiarnos los monarcas con otros países que poseyesen aún este modo de gobierno. Sería como una especie de Erasmus de las Coronas, de juego de tronos. No veo la hora en la que, como si fuese el día de Reyes, llegase para gobernarnos, por ejemplo, el sultán de Bahrein, con su séquito de camellos y su cabalgata de dadivosos eunucos negros de verdad, y no pintados, distribuyendo a manos llenas presentes a la hispánica caterva.




Y es que la monarquía, aunque se vista de seda, monarquía y mona se queda.   



(Por Mr. JR, desde Bolonia).








Mercaladrones









Reza un viejo refrán castellano viejo que quién roba a un ladrón tiene cien años de perdón. Yo, como cristiano, no sé si más por viejo que por diablo que soy, le absuelvo, y de buen rollo, sus pecados, a aquel alcalde andaluz de palestina bufanda, quien, cansado y harto de paños calientes y de medidas bobaliconas contra la pobreza, decidió agarrar el carro por los cuernos y asaltó en masa un Mercadona, saliendo posteriormente con un montón de comida que fue pagada con la tarjeta de la ilustrísima biblioteca municipal de Tomelloso (es un decir). Pues bien, ante tal medida, los de siempre pusieron el grito en el cielo, le motejaron, a este alcalde, de subversivo, de bolchevique, de enemigo público número uno, a falta de otro Bin Laden, y hasta hubo quien pidió su cabeza en una bandeja de plata. Todo muy clásico, la misma murga de todos los días, para no decir que el paro, la falta de perspectivas, el fracaso de un sistema, son en realidad los verdaderos responsables de que actos como el suyo tengan lugar. Bueno, pues resulta que Mercadona, ese sacrosanto templo lleno de mercaderias y mercaderes, resulta digo, que robaba a su clientela con ocultación y alevosía, comercializando cremas de protección solar que eran ful. Uno piensa que le está dando al culito de su hijo un producto de confianza para que no le queme la solana y en realidad lo que está haciendo es echarle aceite como a un lechoncillo al fuego, toma castaña...El problema no es que esto haya ocurrido en Noruega, donde  el sol se toma embotellado, cosas del Tío Lorenzo, sino en Spain, donde tomar el sol sin una protección adecuada, con lo del ozono y todos esas historias, te puede salir pero que muy muy caro. Y ahora que la sanidad va a ser de pago, los gastos médicos que genere el cáncer de piel, ¿te los pagará Mercadona?




 La coropración del Mercadona ha estado robando y estafando a su clientela de modo solapado y vergonzante. Yo le perdono de sus culpas al alcalde andaluz, cuyo nombre no recuerdo, de todo corazón, porque sé que ha actuado de buena fe, a cara y pecho descubiertos, y con intención de ayudar. A  Mercadona no. No puedo, porque han actuado taimada y ruinmente, persiguiendo el máximo beneficio con el más bajo coste y sin importarles lo más mínimo la salud de las personas...y encima diciendo que no tienen culpa de nada. Muy capitalista todo, si señor... y muy victoriano. Cuando se hurtan cuatro quesos parece que se acaba el mundo, pero cuando nos pretenden meter como liebre a un tigre de bengala nadie protesta, que casualidad. Tal vez sea que cuando la culpa es múltiple y colectiva, y sobre todo, si lleva traje y corbata, como que parece que el delito no lo ha cometido nadie. En cambio, si el chorizo es uno e individuable, lleva barba y palestino, y ha robado unas bagatelas, su peligrosidad social se multiplica por mil... Vae victis!




(Por Mr. JR, desde Bolonia)









lunes, 3 de septiembre de 2012




Estramonium Escurialensis


Llama la atención con qué exuberancia crece esta planta de flor trompetera en las escombreras incluso llegando a ser bonita, hasta que algún tontorrón le da por chuparla en demasía y la autoridad incompetente procede a su exterminación (temporal claro) en dos kilómetros a la redonda. 





(Mr Nera del Maestrazgo)























El estramonio es una planta venenosa cosmopolita, de la familia de las solanáceas naturalizada en zonas templadas de todo el mundo. El género Datura contiene varias especies parecidas y polimorfas, todas ellas tóxicas de las cuales el estramonio es la más extendida. Crece en zonas cálidas eutrofizadas como orillas de ríos, establos, estercoleros, escombreras y vertederos de basuras. Es capaz de adaptarse a todo tipo de suelos, desarrollándose de manera más vigorosa en los suelos húmedos con nitratos abundantes. No es consumida por el ganado, quizá por su desagradable olor.





Entre las sustancias constituyentes características se encuentran alcaloides tropánicos, que en pequeñas cantidades son tóxicos o estupefacientes, como la atropina, la hiosciamina y la escopolamina, caracterizados por provocar reacciones anticolinérgicas en dosis pequeñas, y por causar el síndrome atropínico o incluso la muerte en cantidades mayores. Suele confundirse con el toloatzin o toloache mexicano (Datura innoxia), y con el floripondio o floripón (Brugmansia arborea).





Tiene flores blancas, a veces tirando a amarillentas o verdosas, en forma cónica o de trompeta, bastante grandes en relación a la planta. Florece en verano y comienzos de otoño. Las hojas son lobuladas y de color verde oscuro. Presenta una raíz principal blanquecina con numerosas raicillas. El tallo y las ramas son redondos, lisos y verdes, matizándose el verde a tonos más claros. Toda la planta es lampiña. La planta desprende un olor fuerte y es llamativa. Es fácilmente reconocible por sus flores y por su fruto: una cápsula espinosa de 3 a 4 cm de longitud, el cual al principio bilocular, pero cuando madura se forma un falso tabique, excepto en las inmediaciones del ápice, con lo que el fruto maduro consta, casi por completo, de cuatro cavidades.





Las semillas de estramonio son negruzcas, de contorno reniforme, de unos 3 mm de largo y finamente foveoladas (o sea cubiertas de huecos). Se reproducen fácilmente. No necesitan manejo especial. Para reproducirla hay que dejarlas remojando una noche en agua tibia, y a la mañana siguiente hay que sembrarlas.





(De la Wikioedia, of-cors: http://es.wikipedia.org/wiki/Estramonio)

sábado, 1 de septiembre de 2012




Bertrand Russell: sobre la paternidad




De todas las instituciones que hemos heredado del pasado, ninguna está en la actualidad tan desorganizada y mal encaminada como la familia. El amor de los padres a los hijos y de los hijos a los padres puede ser una de las principales fuentes de felicidad, pero lo cierto es que en estos tiempos las relaciones entre padres e hijos son, en el 90 por ciento de los casos, una fuente de infelicidad para ambas partes, y en el 99 por ciento de los casos son una fuente de infelicidad para al menos una de las dos partes. Este fracaso de la familia, que ya no proporciona la satisfacción fundamental que en principio podría proporcionar, es una de las causas más profundas del descontento predominante en nuestra época. El adulto que desea tener una relación feliz con sus hijos o proporcionarles una vida feliz debe reflexionar a fondo sobre la paternidad; y después de reflexionar, debe actuar con inteligencia. El tema de la familia es demasiado amplio para tratarlo en este libro, excepto en relación con nuestro problema particular, que es la conquista de la felicidad. E incluso en relación con este problema, solo podemos hablar de mejoras que estén al alcance de cada individuo, sin tener que alterar la estructura social. Por supuesto, esta es una grave limitación, porque las causas de infelicidad familiar en nuestros tiempos son de tipos muy diversos: psicológicas, económicas, sociales, de educación y políticas. En los sectores más acomodados de la sociedad, dos causas se han combinado para hacer que las mujeres consideren la maternidad como una carga mucho más pesada que lo que era en tiempos pasados. Estas dos causas son: por una parte, el acceso de las mujeres solteras al trabajo profesional; y por otra parte, la decadencia del servicio doméstico. En los viejos tiempos, las mujeres se veían empujadas al matrimonio para huir de las insoportables condiciones de vida de las solteronas. La solterona tenía que vivir en casa, dependiendo económicamente, primero del padre y después de algún hermano mal dispuesto. No tenía nada que hacer para ocupar sus días y carecía de libertad para pasarlo bien fuera de las paredes protectoras de la mansión familiar. No tenía oportunidad ni inclinación hacia las aventuras sexuales, que consideraba una abominación excepto en el seno del matrimonio. Si, a pesar de todas las salvaguardas, perdía su virtud a causa de los engaños de algún astuto seductor, su situación se hacía lamentable en extremo. 


[...]


La soltera moderna no considera necesario morir en estas circunstancias. Si ha tenido una buena educación, no le resulta difícil vivir con desahogo, y así no necesita la aprobación de los padres. Desde que los padres han perdido el poder económico sobre sus hijas, se abstienen mucho más de expresar su desaprobación moral de lo que estas hacen; no tiene mucho sentido regañar a una persona que no se va a quedar a que la regañen. De este modo, la joven soltera que tiene una profesión puede ya, si su inteligencia y su atractivo no están por debajo de la media, disfrutar de una vida agradable en todos los aspectos, con tal de que no ceda al deseo de tener hijos. Pero si se deja vencer por este deseo, se verá obligada a casarse y casi con seguridad perderá su empleo. Y entonces descenderá a un nivel de vida mucho más bajo que aquel al que estaba acostumbrada, porque lo más probable es que el marido no gane más de lo que ganaba ella antes, y con eso hay que mantener a toda una familia en lugar de a una mujer sola. Después de haber gozado de independencia, le resulta humillante tener que mirar hasta el último céntimo en los gastos necesarios. Por todas estas razones, a estas mujeres les cuesta decidirse a ser madres. La que, a pesar de todo, da el paso, tiene que afrontar un nuevo y abrumador problema que no tenían las mujeres de anteriores generaciones: la escasez y mala calidad del servicio doméstico. Como consecuencia, queda atada a su casa, obligada a realizar mil tareas triviales, indignas de sus aptitudes y su formación; y si no las hace ella misma, se amarga el carácter riñendo a criadas negligentes. En lo referente al cuidado físico de los hijos, si se ha tomado la molestia de informarse bien del asunto, decidirá que es imposible, sin grave riesgo de desastre, confiar los niños a una niñera o incluso dejar en manos de otros las más elementales precauciones en cuestión de limpieza e higiene, a menos que pueda permitirse pagar a una niñera que haya estudiado en alguna institución cara. Abrumada por una masa de detalles insignificantes, tendrá mucha suerte si no pierde pronto todo su encanto y tres cuartas partes de su inteligencia. Muy a menudo, por el mero hecho de estar realizando tareas necesarias, estas mujeres se convierten en un fastidio para sus maridos y una molestia para sus hijos. Cuando llega la noche y el marido vuelve del trabajo, la mujer que habla de sus problemas domésticos resulta aburrida, y la que no habla parece distraída. En relación con los hijos, los sacrificios que tuvo que hacer para tenerlos están tan presentes en su mente que es casi seguro que exija una recompensa mayor de la que sería lógico esperar; y el constante hábito de atender a detalles triviales la volverá quisquillosa y mezquina. Esta es la más perniciosa de todas las injusticias que tiene que sufrir: que precisamente por cumplir con su deber para con su familia pierde el cariño de esta, mientras que si no se hubiera preocupado por ellos y hubiera seguido siendo alegre y encantadora, probablemente la seguirían queriendo.3


Estos problemas son básicamente económicos, lo mismo que otro que es casi igual de grave. Me refiero a las dificultades para encontrar vivienda, a consecuencia de la concentración de población en las grandes ciudades. En la Edad Media, las ciudades eran tan rurales como lo es ahora el campo. 


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Los pueblos no eran muy grandes, era fácil salir de ellos y no era nada raro que muchas casas tuvieran huertos. En la Inglaterra actual, la preponderancia de la población urbana sobre la rural es absoluta. En Estados Unidos esta preponderancia no es aún tan grande, pero va aumentando con rapidez. Ciudades como Londres y Nueva York son tan grandes que se tarda mucho tiempo en salir de ellas. Los que viven en la ciudad suelen tener que conformarse con un piso que, por supuesto, no tiene ni un centímetro cuadrado de tierra al lado, y la gente con pocos medios económicos tiene que conformarse con un espacio mínimo. Si hay niños, la vida en un piso es dura. No hay espacio para que los niños jueguen, ni hay espacio para que los padres escapen del ruido que hacen los niños. Como consecuencia, los profesionales tienden cada vez más a vivir en los suburbios. Indudablemente, esto es mejor desde el punto de vista de los niños, pero aumenta considerablemente la fatiga del padre y disminuye mucho su participación en la vida familiar.


Sin embargo, no es mi intención comentar estos graves problemas económicos, ya que son ajenos al problema que nos interesa: qué puede hacer el individuo aquí y ahora para encontrar la felicidad. Nos aproximaremos más a este problema si consideramos las dificultades psicológicas que existen actualmente en las relaciones entre padres e hijos. Dichas dificultades forman parte de los problemas planteados por la democracia. [...]





El cambio en las relaciones entre padres e hijos es un ejemplo particular de la expansión general de la democracia. Los padres ya no están seguros de sus derechos frente a sus hijos; los hijos ya no sienten que deban respeto a sus padres. La virtud de la obediencia, que antes se exigía sin discusión, está pasada de moda, y es justo que así sea. El psicoanálisis ha aterrorizado a los padres cultos, que temen hacer daño a sus hijos sin querer. Si los besan, pueden generar un complejo de Edipo; si no los besan, pueden provocar ataques de celos. Si ordenan a los hijos hacer ciertas cosas, pueden inculcarles un sentimiento de pecado; si no lo hacen, los niños pueden adquirir hábitos que los padres consideran indeseables. Cuando ven a su bebé chupándose el pulgar, sacan toda clase de aterradoras inferencias, pero no saben qué hacer para impedírselo. La paternidad, que antes era un triunfal ejercicio de poder, se ha vuelto timorata, ansiosa y llena de dudas de conciencia. Se han perdido los sencillos placeres del pasado, y eso ha ocurrido precisamente en un momento en que, debido a la nueva libertad de las mujeres solteras, la madre ha tenido que sacrificar mucho más que antes al decidirse a ser madre. En estas circunstancias, las madres conscientes exigen muy poco a sus hijos, y las madres inconscientes les exigen demasiado. Las madres conscientes reprimen su cariño natural y se vuelven tímidas; las inconscientes buscan en sus hijos una compensación por los placeres a los que han tenido que renunciar. En el primer caso, la parte afectiva del niño queda desatendida; en el segundo, recibe una estimulación excesiva. En ninguno de los dos casos queda nada de aquella felicidad simple y natural que la familia puede proporcionar cuando funciona bien. En vista de todos estos problemas, ¿es de extrañar que disminuya la tasa de natalidad? El descenso de la tasa de natalidad en la población en general ha alcanzado un punto que índica que la población empezará pronto a decrecer, pero entre las clases acomodadas este punto se superó hace mucho, no solo en un país, sino en prácticamente todos los países más civilizados. [...] No cabe duda de que la civilización creada por las razas blancas tiene esta curiosa característica: a medida que los hombres y las mujeres la adoptan, se vuelven estériles. Los más civilizados son los más estériles; los menos civilizados son los más fértiles; y entre los dos hay una gradación continua. En la actualidad, los sectores más inteligentes de las naciones occidentales se están extinguiendo. Dentro de pocos años, las naciones occidentales en conjunto verán disminuir sus poblaciones, a menos que las repongan con inmigrantes de zonas menos civilizadas. Y en cuanto los inmigrantes absorban la civilización de su país adoptivo, también ellos se volverán relativamente estériles. Está claro que una civilización con esta característica es inestable; si no se la puede inducir a reproducirse, tarde o temprano se extinguirá y dejará sitio a otra civilización en que el instinto de paternidad haya conservado la fuerza suficiente para impedir que la población disminuya.





En todos los países occidentales, los moralistas oficiales han procurado resolver este problema mediante exhortaciones y sentimentalismos. 


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Muy pocos hombres y mujeres tendrán hijos movidos por su sentido del deber social, aunque estuviera claro que existe dicho deber social, que no lo está. Cuando los hombres y las mujeres tienen hijos, lo hacen porque creen que los hijos contribuirán a su felicidad o porque no saben cómo evitarlo. Esta última razón todavía influye mucho, aunque su influencia va disminuyendo rápidamente. Y no hay nada que el Estado y las Iglesias puedan hacer para evitar que esta tendencia continúe. Por tanto, si se quiere que las razas blancas sobrevivan, es necesario que la paternidad vuelva a ser capaz de hacer felices a los padres.





Si consideramos la condición humana prescindiendo de las circunstancias actuales, creo que está claro que la paternidad es psicológicamente capaz de proporcionar la mayor y más duradera felicidad que se puede encontrar en la vida. Sin duda, esto se aplica más a las mujeres que a los hombres, pero también se aplica a los hombres mucho más de lo que tienden a creer casi todos los modernos. Es algo que se da por supuesto en casi toda la literatura anterior a nuestra época. Hécuba se preocupa más de sus hijos que de Príamo; MacDuff quiere más a sus hijos que a su esposa. En el Antiguo Testamento, hombres y mujeres desean fervientemente dejar descendencia; en China y Japón esta actitud ha persistido hasta nuestros días. Se dirá que este deseo se debe al culto a los antepasados, pero yo creo que ocurre precisamente lo contrario: que el culto a los antepasados es un reflejo del interés que se pone en la persistencia de la familia. Volviendo a las mujeres profesionales de las que hablábamos hace poco, está claro que el instinto de tener hijos debe de ser muy fuerte, pues de lo contrario ninguna de ellas haría los sacrificios que son necesarios para satisfacerlo. En mi caso personal, la paternidad me ha proporcionado una felicidad mayor que ninguna otra de las que he experimentado. Creo que cuando las circunstancias obligan a hombres o mujeres a renunciar a esta felicidad, les queda una necesidad muy profunda sin satisfacer, y esto provoca una sensación de descontento e indiferencia cuya causa puede permanecer totalmente desconocida. Para ser feliz en este mundo, sobre todo cuando la juventud ya ha pasado, es necesario sentir que uno no es solo un individuo aislado cuya vida terminará pronto, sino que forma parte del río de la vida, que fluye desde la primera célula hasta el remoto y desconocido futuro. Como sentimiento consciente, expresado en términos rigurosos, está claro que esto conlleva una visión del mundo intelectual e hipercivilizada; pero como vaga emoción instintiva es algo primitivo y natural, y lo hipercivilizado es no sentirla. Un hombre capaz de grandes logros, tan notables que dejen huella en épocas futuras, puede satisfacer esta tendencia por medio de su trabajo, pero para los hombres y mujeres que carezcan de dotes excepcionales, el único modo de lograrlo es tener hijos. Los que han dejado que se atrofien sus impulsos procreativos se han separado del río de la vida, y al hacerlo corren grave peligro de desecarse. Para ellos, a menos que sean excepcionalmente impersonales, con la muerte se acaba todo. El mundo que habrá después de ellos no les interesa y por eso les parece que todo lo que hagan es trivial y sin importancia. Para el hombre o la mujer que tiene hijos y nietos y los quiere con cariño natural, el futuro es importante, por lo menos hasta donde duren sus vidas, no solo por motivos morales o por un esfuerzo de la imaginación, sino de un modo natural e instintivo. Y el hombre que ha podido extender tanto sus intereses, más allá de su vida personal, casi seguro que puede extenderlos aún más. Como a Abraham, le producirá satisfacción pensar que sus descendientes heredarán la tierra prometida, aunque esto tarde muchas generaciones en ocurrir. Y gracias a estos sentimientos, se salva de la sensación de futilidad que de otro modo apagaría todas sus emociones.


La base de la familia es, por supuesto, el hecho de que los padres sienten un tipo especial de cariño por sus hijos, diferente del que sienten entre ellos y del que sienten por otros niños. Es cierto que algunos padres tienen muy poco o ningún amor paterno, y también es cierto que algunas mujeres son capaces de querer a los niños ajenos casi tanto como quieren a los suyos propios. No obstante, sigue en pie el hecho general de que el amor de los padres es un tipo especial de sentimiento que el ser humano normal experimenta hacia sus propios hijos, pero no hacia ningún otro ser humano. Esta emoción la hemos heredado de nuestros antepasados animales. En este aspecto, me parece que la visión de Freud no era suficientemente biológica, pues cualquiera que observe a una madre animal con sus crías puede advertir que su comportamiento para con ellas sigue una pauta totalmente diferente de la de su comportamiento para con el macho con el que tiene relaciones sexuales. Y esta misma pauta diferente e instintiva, aunque en una forma modificada y menos definida, se da también en los seres humanos. Si no fuera por esta emoción especial, no habría mucho que decir sobre la familia como institución, ya que se podría dejar a los niños al cuidado de profesionales. Pero, tal como son las cosas, el amor especial que los padres sienten por sus hijos, siempre que sus instintos no estén atrofiados, tiene un gran valor para los padres mismos y para los hijos. Para los hijos, el valor del amor de los padres consiste principalmente en que es más seguro que cualquier otro afecto. Uno gusta a sus amigos por sus méritos, y a sus amantes por sus encantos; si los méritos o los encantos disminuyen, los amigos y los amantes pueden desaparecer. Pero es precisamente en los momentos de desgracia cuando más se puede confiar en los padres: en tiempos de enfermedad e incluso de vergüenza, si los padres son como deben ser. Todos sentimos placer cuando somos admirados por nuestros méritos, pero en el fondo solemos ser bastante humildes para darnos cuenta de que esa admiración es precaria. Nuestros padres nos quieren porque somos sus hijos, y esto es un hecho inalterable, de modo que nos sentimos más seguros con ellos que con cualquier otro. En tiempos de éxito, esto puede no parecer importante, pero en tiempos de fracaso proporciona un consuelo y una seguridad que no se encuentran en ninguna otra parte.





En todas las relaciones humanas es bastante fácil garantizar la felicidad de una parte, pero es mucho más difícil garantizar la felicidad de las dos. El carcelero puede disfrutar manteniendo encerrado al preso; el jefe puede gozar intimidando al empleado; el dictador puede disfrutar gobernando a sus súbditos con mano dura; y, sin duda, el padre a la antigua usanza disfrutaba instilando virtud a sus hijos con ayuda de un palo. Sin embargo, estos placeres son unilaterales; para la otra parte del negocio la situación es menos agradable. Hemos acabado por convencernos de que estos placeres unilaterales tienen algo que no resulta satisfactorio: creemos que una buena relación humana debería ser satisfactoria para las dos partes. Esto se aplica sobre todo a las relaciones entre padres e hijos, y el resultado es que los padres obtienen mucho menos placer que antes, mientras que los hijos sufren menos a manos de sus padres que en generaciones pasadas. Yo no creo que exista alguna razón real para que los padres obtengan menos felicidad de sus hijos que en otras épocas, aunque está claro que es lo que ocurre en la actualidad. Tampoco creo que exista ninguna razón para que los padres no puedan aumentar la felicidad de sus hijos. Pero esto exige, como todas las relaciones de igualdad a las que aspira el mundo moderno, cierta delicadeza y ternura, cierto respeto por la otra personalidad, y la belicosidad de la vida normal no favorece esto, ni mucho menos. [...]





La raíz primitiva del placer de la paternidad es dual. Por un lado está la sensación de que una parte del propio cuerpo se ha exteriorizado, prolongando su vida más allá de la muerte del resto de nuestro cuerpo, y con posibilidades de exteriorizar a su vez parte de sí misma del mismo modo, y de esta manera asegurar la inmortalidad del plasma germinal. Por otro lado hay una mezcla perfecta de poder y ternura. La nueva criatura está indefensa y sentimos el impulso de atender sus necesidades, un impulso que no solo satisface el amor de los padres por el niño, sino también el deseo de poder de los padres. Mientras el niño no pueda valerse por sí mismo, las atenciones que se le dedican no son altruistas, ya que equivale a proteger una parte vulnerable de uno mismo. [...]








Zanjas profundas en tu mente
Zanjas profundas en tu mundo
Zanjas que nos separan
Zanjas que nos escinden
Zanjas en las que caemos
a veces sin poder salir
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