zanjas.profundas@gmail.com

jueves, 24 de diciembre de 2009




Feliz Falsedad 2009


Como todos los años por estas fechas toca mandar los crismas navideños y las Zanjas no iban a ser menos. Esta vez lo haremos con una foto del Jota y un vídeo del Reno Renardo.


El vídeo es del año pasado, pero es que los muy cutres para éste han colgado un villancico de Manolo Escobar, así, sin retocar.





Bueno, y como no tengo más fotos de Blanca Falsedad os dejo estas de Blanco y Ventiscoso Puente Constitucional en la Laguna Negra:

jueves, 3 de diciembre de 2009




Manifiesto 'En defensa de los derechos fundamentales en Internet'

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español , perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

miércoles, 25 de noviembre de 2009




"Principios y Fin", nuevo disco del Clan Lírica Salvaje
















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viernes, 20 de noviembre de 2009




Suuurealismmmm (Jacek Yerka)

viernes, 13 de noviembre de 2009




Eu Libre, MÚSICA BENÉFICA, LIBERTARIA Y VEGANA
















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YA ESTÁ DISPONIBLE “Declaración de principios” de Eu Libre se trata de un trabajo musical cuya característica propia es que no está realizado por un artista sino por un activista comprometido en diversos movimientos sociales, especialmente en la lucha por la LiberaciónAnimal. Este disco se presenta como una herramienta de difusión de las ideas de justicia, ética, respeto e igualdad.

Con estas once canciones no se persigue un objetivo comercial. Por valor único de 6€, se trata de un disco de carácter benéfico donde todo lo que se obtenga, íntegramente, será destinado a causas sociales y en el que colaboran componentes de Habeas Corpus, Desechos y BKC, Futuro Vegapop, Delincuencia Sonora, Yeska, y también Nano Lengua Armada, Vegaspes y Brujo Mckey.

Musicalmente parte de influencias hardcore y rap -entre otras- y recoge en sus letras reflexiones que plantean una crítica hacia las posturas cómodas y faltas de compromiso, hacia las manos dominantes y sus “verdades oficiales” sobre el “estado de las cosas”.

En este álbum encontrarás temas como la acción directa, la desobediencia civil, el veganismo, el abolicionismo, la abstención electoral, el conformismo, el reformismo político, el clericalismo, el racismo, el sexismo, el especismo, la explotación animal, la contrainformación, el papel del Estado y sus fuerzas armadas, el capitalismo…

Si quieres saber como conseguirlo y escuchar un adelanto, visita: http://www.eulibre.com


viernes, 30 de octubre de 2009




Nueva Web de Maroto Films

Maroto y su cohorte de actores, tras haber sufrido la censura del Tubo, han salido de la Zanja y tienen nueva web, http://www.marotofilms.com:

miércoles, 16 de septiembre de 2009




Astral Projection

En la Zanja del exceso.

(Photos by Juantxo... Y dadle a la música)















jueves, 20 de agosto de 2009




U2-London Experience...

...O lo que es lo mismo:

Primera salida al extranjero de un paleto madrileño.

Así es, queridas y queridos míos, a mis años es la primera vez que viajo fuera de España. Hacer la mili en Ceuta se parecía más a la cárcel que a otra cosa, y estar de paso por el País Vasco francés tampoco es que sea irse al extranjero... Bueno, en realidad sólo he estado cinco días, no sé si será suficiente para hacerme una idea.

Todo comenzó un par de meses antes de mi cumpleaños, allá por febrero, cuando a mi amigo Snorlforld le dio por regalarme una entrada para el concierto de U2:
--Ah pues muy bien, muchas gracias-- le dije.
--Sí, ya, pero es que es en el estadio de Wembley, en Londres.
--Joer.
--Bueno, no te preocupes, hombre, que también te regalo el viaje.

Y la cosa empezó a hacerme ilusión, más por conocer Londres que por el concierto, ya que los U2 no son de mis grupos favoritos (Snorlforld, no te lo tomes mal). De modo que tras descansar cuatro días de la paliza que me di en el Camino de Santiago, volamos hacia Londres... Y no sé qué fue más paliza, si una cosa u otra. De hecho al segundo día de estar allí, uno de los dedos de mi pie no era sino una completa ampolla (durante el Camino no me salió ninguna). "El transporte es muy caro", nos dijeron; "pues habrá que ir andando a los sitios", respondimos, y eso hicimos, haciendo también caso omiso de las advertencias sobre las grandes distancias londinenses.

Volamos con EasyJet, a los cuales, más adelante pondré a caldo. Y una vez en Gatwick, aeropuerto que está a tomar por saco de Londres (digamos que como Guadalajara de Madrid), teníamos la opción de coger el expreso o el EasyBus, y como era un poco más barato el bus le cogimos, buena ocasión para conocer las autopistas de Inglaterra, que son como todas las autopistas del mundo civilizado, salvo que conducen al revés.

Pues sí, lo que más me sorprendió de Londres, es que si no fuera por el tráfico (nunca sabes por dónde te vienen los coches) y porque no oyes tanto español como aquí (porque oirlo se oye, haberlos hailos, cuales meigas galegas), podrías estar en cualquier gran ciudad como Barcelona o Madrid, es decir, que todas las ciudades cosmopolitas son iguales: altos edificios, tráfico, la gente viste igual, se escucha la misma música, se beben las mismas bebidas y se come casi lo mismo. ¡Ah, las virtudes de la Aldea Global!... Y sus vicios: alcohol, drogas, sexo...

Los jóvenes salen de fiesta a las ocho de la tarde (los menos jóvenes a las seis) y a las diez ya están potando. En cuanto al sexo... No pudimos catarlo. Por alguna oscura razón no nos dejaban entrar en las discotecas y eso que pasaban algunos más oscuros que nosotros (literalmente negros)... Probablemente sin barbas, eso sí. La misma lógica evitativa y discriminatoria seguían las mozas del lugar cuando las abordábamos por la calle, aunque sólo fuera para preguntarles por alguna dirección (cosa innecesaria, por otro lado, ya que con el cutre-callejero adquirido en el aeropuerto daba para recorrerse London de cabo a rabo sin perderse). Ningún problema teníamos, en cambio, en los bares, ni con el sexo masculino, ni con las personas mayores. ¿Se nos veían acaso los colmillos afilados? Ni con los camellos, oye, todos se nos acercaban para ofrecernos sus mercancías.

Así que nos recorrimos andando casi todo el centro de Londres, lo cual no es poca cosa. Y aunque no hacía excesivo calor nos hidratábamos cada cierto tiempo con la Guinnes Extra Cold, única cerveza cerveza que me atrevía a pedir porque, además de gustarme, me evitaba hacer el ridículo frente a taberneros y lugareños xenófobos, como una vez ocurrió en un bar de barrio lleno de currantes gordos, calvos, blancos, anglosajones y protestantes. Y es que, eso sí, la cerveza estaba más barata allí que en España (todo lo demás más caro), de hecho no recuerdo haber bebido agua.

Por lo demás, la experiencia con la gente tampoco es negativa: la mayoría intenta ayudarte y hacerse entender. Además, cuando andas por allí tienes sensación de "seguridad ciudadana", y no es por lo bobbies que te puedas encontrar, pues tampoco ves muchos, sino porque la gente va a su rollo, no se ven "merodeadores", como en la Puerta del Sol. Aunque lo que sí es cierto es que hay cámaras en todas las esquinas: es imposible echar un meo escondido del Gran Hermano; yo lo conseguí en Hyde Park a plena luz del día... Bueno o casi, pues una señora le dijo a otra en perfecto castellano: "españoles tenían que ser". ¿Es que ella no se meaba nunca en el extranjero?

En cuanto al tema urbanístico-arquitectónico, me sorprendieron varias cosas:

1.- En el centro las calles son más amplias de lo que yo me había imaginado y por lo tanto más luminosas durante el día; en cambio por la noche son más oscuras (se gastan menos en luz o son más ahorradores) si exceptuamos, por supuesto, Picadilly y sus anuncios a lo Blade Runner. Los edificios, sin embargo, son más altos de los que albergaba mi imaginación.

2.- Más altos, sí, pero plantados allí sin orden ni concierto. Londres es una ciudad de contrastes arquitectónicos: te puedes encontrar un elegante edificio del siglo XVIII o XIX al lado de un rascacielos setentero, más feo que su p... madre, de cristal y hormigón sin un leve ornamento en la fachada, tan propio y característico de los edificios ingleses que valen la pena. Contrasta, también, la altura de los edificios del centro con la de las casas de los demás barrios, consistente en una o dos alturas.





3.- Por lo que toca a esa decoración arquitectónica de las fachadas en edificios de los siglos XVIII, XIX y principios del XX, hay que destacar que se trata de una decoración demasiado recargada, juntando elementos de diferentes estilos arquitectónicos (griegos, romanos, mozárabes, medievales...) dando lugar a lo que se denomina "decoración kistch". Esa misma profusión decorativa se observa en el interior de los pubs ingleses, en cuyas paredes no podrías colgar tu foto del carnet, y no por que desentonara, sino porque no cabe ni un alfiler; diferentes motivos se disputan el espacio vertical sin orden ni concierto: un cuadro dickensiano, la foto de un equipo de rugby, una medalla de polo, una foto del orejas, la carta de cervezas... Y sin embargo tampoco da sensación de agobio, pues los colores de todos estos motivos suelen ser ocres, apagados, muy acordes con la atmósfera tranquila, sosegada, del lugar... Claro, que tampoco hemos estado en temporada de fútbol. A saber.




4.- Ya he dicho que se trata de una ciudad global, cosmopolita, y como tal, en plena remodelación urbanístico-arquitectónica. ¿Nos quejamos de las obras que nos molestan y afean las calles de Madrid? Pues tendríais que ver las de Londres; hay pocas fotos en las que no aparezcan las vallas de obras. Eso sí, en todas ellas te viene el teléfono del Ayuntamiento o de la empresa para que puedas quejarte si te molestan, cosa impensable aquí, donde para quejarte tienes que dar mil vueltas, perder tu tiempo y tomarte tu ajo con agua tras comprobar que pasan de tu culo. Claro, que me temo que en Inglaterra pasa lo mismo con la última fase del proceso, al menos esa es nuestra experiencia con Easy Jet.






5.- Una ciudad global, interconectada donde la presencia de las telecomunicaciones está integrada con la estética que la caracteriza; al menos con uno de sus elementos: las archifamosas cabinas de teléfono londinenses. En ellas puedes realizar todo tipo de gestiones telemáticas, especialmente las llamadas a números eróticos y la concertación de citas con prostitutas:






6.- No existen papeleras. ¿Dónde tiran los londinenses la basurilla generada por la compra de mindungueces y naderías empaquetadas en sus correspondientes plastiquillos, los envoltorios de sandwichis, los paquetes de los cada vez menos frencuentes cigarrillos? No hay papeleras. Y sin embargo la ciudad parece limpia. Tampoco se ven demasiados barrenderos como aquí en Madrid. Por ahí oí decir que se trataba del producto del miedo a los atentados, miedo a que metieran una bomba en una papelera. En fin...


Continuará...

miércoles, 19 de agosto de 2009




La SGAE nos ha vuelto a joder

LA SGAE NOS HA VUELTO A JODER, NO DEJA REPRODUCIR ALGUNAS DE LAS CANCIONES DE LA LISTA, PERO LOS DE PLAYLIST TAMPOCO DICEN CUÁLES... ¡¡¡A LA MIERDA!!!





sábado, 9 de mayo de 2009




El peso de la literatura

Nuevo libro traducido de Yukio Mishima:

domingo, 26 de abril de 2009




Integración informática en la realidad material

Interesantes documentos gráficos sobre la integración material de los elementos de la nueva cultura digital en la vida cotidiana y en las mentes de los especímenes humanos. Las nuevas tecnologías han acercado las distancias, han favorecido y multiplicado las ocasiones del mestizaje cultural y están logrando un mestizaje donde los objetos materiales (no digitales) se confunden y se mezclan sus usos: escritorio-comedero, cajón-basurero...

Bodegón 2.0


Síndrome de Diógenes de un(a) informático(a)



Alegra es cara, hombre !!!


martes, 14 de abril de 2009




Fragmentos de un hombre en la oscuridad

"Gil era un hombre alto y enérgico, pero se pasó la vida entera con una sentencia de muerte circulando por sus venas" ... "Como su padre había muerto en la ruina, lo único que heredó de él fue una hipertensión crónica y una enfermedad del corazón: diagnosticada por primera vez a los dieciocho años, se le presentó nada más cumplir los treinta y cuatro en forma de trombosis coronaria en toda regla, a la que siguió otra un par de años después."

"La conmoción de verla así: tan quieta, tan lejana, tan tremenda, horrorosamente muerta. Cuando me preguntaron si quería que le hicieran la autopsia en el hospital, les dije que no se molestaran. Solo cabían dos posibilidades. O bien su organismo no había dado más de sí o había tomado pastillas, y yo no quería saber la respuesta, porque ninguna de las dos perspectivas habría explicado lo que le había pasado en realidad. Betty murió de tristeza. Algunos se ríen al oir esta frase, pero es porque no saben nada de las cosas de la vida. La gente se muere de pena. Ocurre todos los días, y seguirá ocurriendo hasta el fin de los tiempos."

Paul AUSTER, Un hombre en la oscuridad.

martes, 7 de abril de 2009




Vídeos retro

Siento no tener más tiempo para escribir cosas originales, así que para que no os aburráis os dejo unos vídeos retro:





domingo, 1 de marzo de 2009




El impresentable Mariano García

Algunos de vosotros (y vosotras), seguidores acérrimos de las Zanjas, conocéis al personaje a quien va dedicado el artículo de hoy. Para los que no lo conozcan simplemente deben saber que es un tipo impresentable, dueño o director de la emisora de rock "Rockservatorio", en la cual hace lo que le sale de los cataplines sin dar cabida a las múltiples variantes del rock que a él no le gustan. También debe ser alguna suerte de mánager de grupos de rock, aunque de esto no estoy tan seguro.

Bien, pues la cuestión es que el 30 de enero el tal Mariano invitó al grupo de Heavy Metal "Warcry" (antiguos Avalanch, aunque no puedo decir mucho de ellos ya que no he escuchado casi nada). La entrevista resultó un tanto surrealista debido a que el Mariano debía de estar puesto de algo más que de cubatas. Por supuesto la entrevista fue grabada y aquí os la dejo para que flipéis. Son dos partes y gracias a un artista anónimo podemos disfrutar de una animación para la primera parte. Yo no sé si el Mariano tenía algún pique con el cantante de Warcry, Víctor García. Quién sabe, quizá el Víctor sea el cantante del Reno Renardo, los cuales han dedicado una canción a este personaje (por supuesto, también os la dejo aquí).

Y también os dejo el comunicado oficial de Warcry sobre el asunto. Dadle al stop de la música y al play del vídeo.

Primera parte de la entrevista (animada)


Segunda parte


Comunicado oficial de Warcry:

"Hola a todos.

Nos ponemos en contacto con vosotros para pedir disculpas a todas las personas que estaban sintonizando ayer el programa Rockservatorio de Madrid esperando por la entrevista que se iba a realizar a Warcry.

Los que oyeron lo que ocurrió en el programa creo que saben de sobra lo que más o menos allí sucedió, pero ya que después de nuestra salida de la radio se vertieron opiniones y se hicieron declaraciones sobre el grupo, creemos que es importante dar nuestra versión de los hechos.

A las 19:00 horas, hora estipulada de la entrevista, hacen acto de presencia el Road manager y parte de la banda Warcry en los estudios de dicho programa.

El entrevistador está poniendo música y mediante gestos nos viene a decir que pasemos y nos sentemos.

Saluda a Víctor García con la mano y sin mediar palabra obviando a los demás presentes sigue a lo suyo, hasta ahí, un poco de mala educación pero nada más.

Después de un rato y sin mediar palabra comienza la “entrevista” , como disponemos de la grabación en audio para que la escuchéis (está en la seción canciones del MySpace), obviamos declaraciones, por que ya lo podéis escuchar.

Pero el final de la misma debemos explicarlo nosotros.

En un momento dado, el entrevistador se despreocupa y empieza a poner música, intentamos hablar con él, no nos responde y se limita a poner música y a subir el volumen más y más. Nos miramos y tomamos la decisión de irnos, así que nos levantamos y salimos todo esto sin el menor gesto por parte de dicho entrevistador.

Solo queremos reiterar nuestras disculpas a los oyentes del programa, por que en todos estos años como Warcry y otros proyectos en los que hemos estado vinculados, jamás nos hemos visto en esta tesitura de tener que abandonar una entrevista.
Nos vemos en la gira.
Warcry."

"Carrockñeros del rock" (El Reno Renardo)

miércoles, 18 de febrero de 2009




"Ciudad de Cristal", de Paul Auster

"Ciudad de Cristal" es un relato de unas 150 páginas recopilado en la "Trilogía de Nueva York". Podría incluirse dentro del género de la novela negra al igual que "Fantasmas", el segundo relato de la trilogía, sin embargo carece del desenlace propio de las novelas del género; es más, podría clasificarse dentro de lo que alguna vez se ha denominado "libro-enigma" o "novela-enigma".

Dentro de esta categoría ya clasifiqué a la novela de Murakami, "Kafka en la orilla", aunque son bastante diferentes. Podrían distinguirse dos tipos de enigma y establecerse, así, dos subcategorías distintas: el enigma puramente dramático o literario y el enigma semántico o simbólico. El primero haría referencia al desarrollo y/o desenlace de la novela; en ella no se sabría muy bien qué está pasando, el final queda abierto, etc. Bien es cierto que el enigma referente al desarrollo de la acción está muy relacionado con el otro tipo de enigma, el simbólico: qué es lo que late en el fondo del relato, qué estructuras simbólicas la cruzan, qué nos quiere decir o enseñar el autor, etc.

La novela-enigma tiene la facultad de dejarnos
pensando, durante un tiempo después de haberla leído, acerca de eso que estaba ocurriendo o de ese supuesto "mensaje oculto". En este aspecto la novela-enigma es lo contrario de la novela negra, al menos de la novela negra clásica, donde tenemos una trama, más o menos enrevesada, y un desenlace claro.

Así pues, después de leer "Ciudad de Cristal" y pensar sobre ella durante un tiempo creo que se trata de una fábula sobre la fragilidad humana: la condición humana es tan frágil como el cristal, se puede romper con un golpecito, a veces, incluso, con un simple cambio de temperatura. De los tres personajes principales uno ya está roto desde el comienzo, lo rompió su padre al poco de nacer; éste también acaba rompiéndose, así como el detective que lo vigila, aunque no se sepa muy bien las causas de estas fracturas. Podría considerarse que el padre ya estaba roto desde el principio: estaba loco, tanto como para experimentar con su hijo. Lo que sí se hace bien en el relato es contextualizar esta locura, esta fractura con la realidad... Contextualizarla y hasta cierto punto relativizarla, si bien dicha relativización se realiza a través de la comparación con El Quijote, paradigma del cuestionamiento de la irracionalidad.

...Tan frágiles como el cristal. No obstante, las alusiones al mismo no son evidentes, ni siquiera de un modo oblicuo, como en "Fantasmas", donde el detective vigila a una persona a través de las ventanas. Auster, en este relato, es mucho más sutil: toda la historia se concibe como un juego de espejos y de cristales, donde abundan los reflejos distorsionados y las falsas transparencias: Quinn, el personaje central, es un escritor que ha perdido a su mujer y su hijo en un accidente de tráfico, tras lo cual se dedica a escribir una serie de novelas policiacas donde el detective es siempre William Wilson, un alter-ego del propio escritor. Tras una equivocación telefónica Quinn se hace pasar por detective privado intentando emular al personaje de su propia creación (primer espejo deformado). En esa llamada telefónica se preguntaba por el detective Paul Auster (segundo espejo, en el que se refleja o establece un paralelismo entre la situación de Quinn, personaje de ficción y el Paul Auster verdadero). Tal detective no existe, el único Auster que aparece en la guía telefónica (en el relato, por supuesto) es un escritor (nuevo espejo en el que se refleja el Auster real. El cuarto espejo o cristal enfrenta a Auster con el narrador, que en el relato es otro escritor amigo del Auster de ficción. Un nuevo espejo logra cerrar este sistema especular: la historia que escribe es en una reconstrucción de las memorias y especulaciones de Quinn. Este juego de espejos también se utiliza en las reflexiones que sobre el Quijote le transmite Auster a Quinn: Cervantes convertido en personaje de su propia novela recibiendo, para traducirlo, el Quijote de manos de un moro en el mercado de Toledo; la posibilidad de que el moro fuera el mismo Don Quijote que habría escrito sus memorias; los disfraces y tretas de los amigos de Don Quijote para hacerle regresar...

Quizá todo esto no sea sino una metáfora de todos aquellos disfraces que adoptamos a lo largo del día, a lo largo de nuestra vida y que, sin terminar de ser nosotros (puesto que cada uno es más de lo que muestra al exterior) también forman parte nuestra: son espejos que solo reflejan ciertas zonas o aspectos de nuestra persona, dejando en la sombra las demás. Cuando una de estas zonas permanece mucho tiempo iluminada, ocultando a las otras corremos el peligro de caer en la zanja.










domingo, 1 de febrero de 2009




Bret Easton Ellis y “Lunar Park”

No sé qué me ocurrió primero, si la fallida lectura de “Menos que cero” (la primera novela de Ellis) o la bastante aceptable y recomendable adaptación cinematográfica de “American Psycho”. Creo que la lectura, porque no me quedaron más ganas de saber de Ellis. Menudo tostón: hay pocos libros que haya dejado a la mitad, entre ellos “Kaputt”, de Malaparte, y “El Quijote”; pero de estos al menos pasé de las 100 páginas, cosa que no ocurrió con “Menos que cero”: fiesta, sexo y drogas. Puede que me precipitase al dejar de leerlo, puede que le dé una segunda oportunidad, aunque me parece que también está adaptada al cine, de modo que quizá me la baje con la mula y me ahorre su lectura... Y es que hay veces que para lo que tiene que contarte un libro, mejor ves la peli.

¿Por qué debería darle una segunda oportunidad? Porque después de aquel episodio de lectura, y animado por mi amigo Snorforld, vi (vimos) “American Psycho”, las aventuras criminales de un psicópata en los USA que, al margen de la sangrienta historia o historieta, intenta reflejar ciertos aspectos del estilo de vida norteamericano (y occidental en general) y sus consecuencias: la vida de los altos ejecutivos basada en la apariencia y el éxito profesional, individualista, que lleva a una anomia social donde nadie conoce a nadie, nadie se moja por nadie y, en este erial, los crímenes quedan impunes, una auténtica zanja profunda.

La película, entre otras cosas, me sirvió para tener un poco más en consideración a Ellis, aunque no sé si alguna vez tendré ánimos para leerme el libro. Esa consideración hizo que me lanzara a leer “Lunar Park” cuando Snorforld me lo regaló... En realidad fue más debido a la consideración que tengo por Snorforld y a la amistad que nos une, aunque en gustos literarios y cinematográficos coincidamos más bien poco.

Pues bien, “Lunar Park” es sorprendente, a pesar de algunos defectillos. En primer lugar sorprende que Ellis haya cambiado de registro, si bien es cierto que no del todo: de la cruda exposición de los hechos ha pasado a una posición más intimista, más interior, ha profundizado un poco más en el personaje central, quizá porque sea él mismo, con nombre y apellidos. Esta circunstancia, este carácter autobiográfico, permite pasar las primeras 50 páginas, páginas dedicadas al éxito, fiesta, sexo y drogas, aunque más tarde te das cuenta de que quizá no sea tan autobiográfico, sino que aparente serlo.

Para entonces, sin embargo, la historia nos ha enganchado, habremos entrado en la segunda parte del libro, caracterizada por una ácida crítica al estilo de vida de la clase media-alta norteamericana que vive en lujosas urbanizaciones a las afueras de las ciudades, que viste de marca, conduce grandes todoterrenos o fabulosos deportivos, lleva a sus hijos a colegios caros, les atiborra a pastillas para que no den guerra y vota a los demócratas. Un estilo de vida también basado en la apariencia, que puede desmoronarse con una violenta ráfaga de viento, un viento que puede venir desde cualquier parte, incluso de lo más profundo de nosotros mismos. Bret Easton Ellis es un escritor de éxito, casado con una guapa actriz, padre de un niño y padrastro de una niña, siempre acompañado de una fétida brisa que amenaza convertirse en huracán, el viento de su pasado que hincha sus velas y le lanza hacia delante sin poder manejar el timón, quizá porque nunca quiso manejarlo del todo, quizá porque nunca quiso crecer del todo.

En este sentido, “Lunar Park” guarda cierta relación con el último libro que comenté, “Kafka en la orilla”, acerca de la identidad personal, pues se trata, si no de una búsqueda, si al menos de un encuentro, de una vuelta de las identidades pasadas del personaje, y ello en la medida en que éste no desea abandonar su identidad actual para convertirse en otra persona, en un padre de familia responsable de esa clase media-alta; quiere seguir siempre joven, de fiesta en fiesta, drogándose y teniendo aventuras con jovencitas y jovencitos. Va posponiendo el momento de la asunción de responsabilidades hasta que las circunstancias le obligan a asumirlas.

A lo largo de esta parte, la historia va adquiriendo un carácter cada vez más delirante, con personajes salidos de las propias novelas de Ellis, monstruos y fenómenos extraños, de manera que se asemeja también al juego entre locura y realidad de “Kafka en la orilla”. De hecho, al estar narrado en primera persona, todo hace pensar que el personaje de la historia se está volviendo loco y las expectativas del lector se centran en cómo acabará con esa locura o si la locura acabará con él. El ritmo de la narración también se hace más rápido, de acuerdo con los acontecimientos; podría decirse que Ellis experimenta con varios registros literarios y el experimento resulta bastante aceptable.

Bastante aceptable... Hasta el capítulo del exorcismo. A partir de aquí (tercera parte del libro) casi todo lo que sucede en la historia puede ser obviado. Al implicar a más personajes en los acontecimientos que le suceden, la posibilidad de que nuestro personaje estuviese volviéndose loco queda desechada y la novela se convierte en un mal sucedáneo de novela de terror que no llega a la suela de Lovecraft o Stephen King. La novela podría haber acabado con el personaje tras las verjas del psiquiátrico, a tres metros bajo tierra, o simplemente manteniéndonos en la incógnita de qué era lo que verdaderamente le ocurría. Es más, la cagada es mayor en esta parte en la medida en que se dedica a explicar ciertos simbolismos presentes en las otras dos (la manifestación de los demonios interiores), como si de una novela de misterio o de crítica literaria se tratase. Es decir, que en esta parte se dedica a destrozar todo lo que había construido anteriormente y que prometía una buena e intrigante historia.

En fin, simplemente, el tono crítico, irónico y ácido de las dos primeras partes no encaja con el tono de la tercera, salvo con las últimas y poéticas páginas en las que se advierte un arrepentimiento del personaje respecto de su vida pasada.

No digo, sin embargo, que de esta obra no pueda salir una buena adaptación cinematográfica; todo es cuestión de esperar, que ya se está rodando. Para la que no tendremos que esperar tanto es para ver “The Informers”, basada en relatos cortos de Ellis, aquí os dejo el trailer y la reseña hecha por Javier Garrón en “Extracine”:



Amigos de la polémica, aquí tenéis el controvertido tráiler, lleno de pechámenes y choteras, de una de las películas que más va a dar que hablar en la primera mitad del año. Estamos hablando de The Informers, la adaptación a la gran pantalla de la novela homónima de Bret Easton Ellis, autor de American Psycho, y que supone una nueva disección ácida, sórdida y sin anestesia de la sociedad del famoseo, caspa y consumismo fácil en los Estados Unidos ochenteros. Muchas hombreras, música electrónica chunga, pelados imposibles y brillantina, sí.

Dirigida por el australiano Gregor Jordan, quien no había destacado especialmente por sus anteriores trabajos aparte de por los repartos que juntaba, producida por el alemán Marco Webber (quien está adquiriendo un protagonismo en los carteles cercano al de Jerry Bruckheimer, lo tiene un poco creído, sí), con libreto a cargo del propio Easton Ellis y un plantel de actores que, sí, quita el hipo: Mickey Rourke, Kim Basinger, Winona Ryder, Billy Bob Thornton, Brad Renfro en su última actuación y Amber Heard, de quien se dice no tiene un sólo plano en el film que no sea en topless.

En Los Ángeles de principios de los 80, un amplio plantel humano que va desde agentes de Hollywood y estrellas del rock en decadencia a un botones voyeur o un convicto amoral, pasando por el grupo típico en las historias de Ellis (grupo de jóvenes lánguidos y rubios que duermen durante el día y se pasan la noche de fiesta en fiesta, mezclando drogas y sexo como el que mezcla cocacola y regaliz), las distintas historias aparentemente inconexas se mezclan formando un tapiz humano de decadencia y lujo.


miércoles, 21 de enero de 2009




Otro flipao con la India

Otro coleguita que anda por allí:

viernes, 16 de enero de 2009




Chng & Abattoir (Poupees Electriques)

Profundos conciertos, iguales que Zanjas:



jueves, 8 de enero de 2009




“Kafka en la orilla”, de Haruki Murakami: la búsqueda de la identidad dentro del laberinto.

“Kafka en la orilla” quizá sea el libro más enimágtico que haya leído. Se trata de una historia que te atrapa dentro de un laberinto de hipótesis y metáforas: algunas las vas construyendo tú mismo a medida que lees, otras son sugeridas por los propios personajes, atrapados también dentro de ese laberinto, un laberinto de absurdos dentro del cual los personajes se encuentran perdidos, buscando su identidad, su propio yo.

La novela, es ya evidente en el título y desde la primera línea, consiste en un homenaje al escritor checo Franz Kafka; pero no sólo por las referencias más o menos explícitas, sino ante todo por la tensión, ya señalada por Walter Benjamin hablando de la obra de Kafka, entre la mística y la modernidad metropolitana, tensión que construye muchos de los muros, espejos y cristales deformantes de ese laberinto: los personajes buscan su identidad en el mundo exterior, en sus actos y relaciones, sin embargo tienen la sospecha de que la consecución de su búsqueda no está ahí fuera, sino en su propio mundo interior (mística zen).

Se trata de un laberinto construido en múltiples dimensiones, muchas de ellas dialécticas o en tensión: sueño-realidad, realidad-ficción, pasado-presente, temor-deseo… Las referencias a Freud son también bastante patentes. De hecho toda la novela gira en torno al mito/complejo de Edipo aunque, por supuesto, pasado por el tamiz de la postmodernidad: ¿hasta qué punto el padre de Kafka Tamura (personaje central) representa la autoridad como la representa en Franz Kafka (“Carta al padre”) o en Freud? Aquel es un padre postmoderno, un padre que prácticamente no se ocupa de su hijo, centrado en sus propias obsesiones, a pesar de lo cual debe ser asesinado. Es más, es el propio padre el que desea ser asesinado, el que lanza la profecía que acabará con él. Al igual que Edipo, Kafka abandona su hogar, pero mientras que Edipo cree saber quién es, quiénes son sus padres (y escapa para huir de la profecía), Kafka no sabe quiénes son su madre y su hermana; escapa para evitar matar a su padre, sí, pero al mismo tiempo se lanza a la búsqueda de ellas para reconocerlas y evitar cometer el incesto. El incesto, por supuesto, acaba cometiéndose, quizá de un modo metafórico, vicario, o quizá real, eso debe decidirlo el lector; pero las consecuencias son muy distintas a las de la tragedia griega o a las de la sociedad moderna analizada por Freud (caída en la neurosis), no en vano Murakami pertenece a la cultura oriental.

De hecho Murakami, y a través de él la mística (da igual de qué cultura sea, pues en el fondo toda la mística coincide), ofrece una solución a los conflictos irresolubles… Y no se trata de una paradoja: los conflictos irresolubles lo son en un plano distinto al de la resolución; son irresolubles en el plano cultural, sociológico, simbólico o normativo, ahora bien, pueden resolverse en el plano personal, que es, precisamente donde el conflicto se manifiesta en toda su crudeza (el tema de los conflictos irresolubles está mejor explicado en él artículo sobre El mercader de Venecia).

a) La resolución clásica es una resolución trágica: el personaje acaba muriendo de modo violento o volviéndose loco; en este sentido Murakami juega con estas referencias y hace que su personaje camine por el filo: a un lado la psicosis, la esquizofrenia (“el joven llamado Cuervo”, que precisamente es lo que significa “kafka” en checo), al otro la muerte.

b) La resolución moderna en realidad no existe, los conflictos generan individuos neuróticos (estresados o deprimidos), individuos que no pueden resolver los conflictos y acaban en el psicólogo, en el psiquiatra o enganchados a múltiples adicciones que suspenden temporalmente los efectos del conflicto: drogas o actividades evasivas. Es curioso, sin embargo, que no haya en la novela ningún personaje que encarne la figura del neurótico; aunque bien pensado, es el propio Kafka Tamura el que con sus "sanas" actividades lo representa: lee incansablemente y se machaca en el gimnasio, lo hace para huir de su realidad.

c) La mística nos ofrece una tercera vía: la aceptación del conflicto y su uso para generar conocimiento sobre nosotros mismos.

Esto entronca con el tema central de la novela que, como hemos dicho más arriba, es la búsqueda de la identidad personal, del yo. En esta línea Murakami nos ofrece un elenco de dimensiones o aspectos a través de los cuales se construye o conforma la identidad personal:

1. Kafka Tamura representa la dimensión de los afectos. Se trata de un chico, como ya hemos dicho, abandonado por su madre y cuyo padre no se ocupa de él, un chico, por lo tanto, atormentado por esa falta de cariño durante su infancia; Kafka se pregunta quién o qué es para ser abandonado así; sospecha simplemente que es hijo de su padre y que, en tal medida, lleva inscrita en su alma una maldición. Kafka busca el cariño de su madre, también el de su hermana. Al mismo tiempo es un adolescente con las hormonas en plena efervescencia, con la sexualidad a flor de piel, de modo que no es de extrañar que un momento determinado confunda estos dos afectos, la atracción sexual y el cariño de una madre. No es que sea imposible conformar una identidad personal al margen de los afectos, pero sí es difícil que tal identidad fuera una personalidad sana: Kafka se encuentra al borde de la locura, sufre alucinaciones y/o delirios.

2. La señora Saeki también se mueve en esta dimensión de los afectos, aunque más concretamente en la del amor “conyugal”, el deseo de su amado. Ahora bien (y esto es otra referencia a Freud), mientras que Kafka adolece de melancolía (añoranza de aquello que nunca se ha tenido), Saeki adolece de nostalgia (añoranza de lo que, habiéndose poseído, se ha perdido): su amado murió absurda y violentamente, víctima de una confusión. La identidad personal de Saeki, en realidad, quedó anclada en los quince años; su cuerpo evolucionó, evolucionaron otros aspectos de su personalidad, pero lo más importante para ella quedó atrás, conformando también una personalidad atormentada. Saeki se erigió en el guardián de los recuerdos de su amado; niega su muerte y se aferra a sus recuerdos, entre ellos el cuadro que representa a su novio cuando era niño, “Kafka en la orilla”. Al mismo tiempo ruega a Kafka Tamura que la guarde a ella en sus recuerdos, que no la olvide y que tampoco olvide a su novio, presente en dicho cuadro, cuadro que le regala. La señora Saeki vive en una sobreabundancia de recuerdos, recuerdos felices, pero dolorosos al mismo tiempo, ya que sabe que no volverá a vivir esos momentos. La moraleja que podríamos extraer de esta figura es que para vivir también hay que saber olvidar.

3. Por el contrario, Nakata, segundo personaje central de la novela representa la ausencia de recuerdos. A los ocho o diez años Nakata sufre una paliza, entra en coma, y tras un tiempo en ese estado se despierta sin saber quién es, sin saber ni siquiera leer ni escribir y con un cierto retraso mental. Sin embargo, a pesar de la aparente felicidad en la que vive, Nakata es consciente de que le falta algo, es consciente de su retraso (también es consciente de la falta de cariño que ha sufrido a lo largo de su vida tras el accidente, así como de la ausencia de deseo sexual; no obstante esto no lo experimenta como algo negativo). Al mismo tiempo Nakata representa la figura antropológica del chamán, hechicero o sacerdote, del hombre que está en contacto con los dioses, con el más allá. Tradicionalmente estos sujetos “gozaban” de ciertas peculiaridades: el brujo de la tribu siempre era alguien con algún defecto físico o mental (el albino, el epiléptico, el manco, cojo o ciego de nacimiento...); era un ser superior, intocable, que no tenía derecho al contacto carnal con el resto de la tribu (era un eficaz modo antropológico de integrar la diferencia). Estas características las cumple nuestro personaje: desde pequeño podía hablar con los gatos, nunca tocó a una mujer... Ahora bien, consciente de estas diferencias, Nakata no sabe quién es, no sabe a qué está destinado. Es a partir de un asesinato cuando empieza la búsqueda, no sabe lo que busca, pero desea ser normal. Es Nakata el personaje trágico de la novela, ya que creyéndose otro, buscando otra cosa, acaba convirtiéndose en sacerdote y gurú, en uno de los medios que tienen los humanos para comunicarse con otros mundos, para reconciliarse con sí mismos. Y resulta tanto más trágico cuanto que no cumple con el requisito de la tragedia griega de terminar por conocerse él mismo. Al mismo tiempo resulta algo absurdo, kafkiano, su modo de actuar ya que hace lo que tiene que hacer, lo que le tiene deparado el destino, pero sin saber por qué.

4. “Hacer lo que debe hacerse”, la moral, es otro de los aspectos necesarios para la configuración de una sana personalidad. Pero mientras que Nakata es una buena persona en dicho aspecto, su ayudante, el camionero Hoshino, tiene muchas dudas acerca de sí mismo en tal aspecto; no se considera una buena persona, cree que ha perdido mucho el tiempo en la mala vida, es más, cree que su vida no tiene un sentido. Por ello al encontrarse con Nakata y ser testigo de algunas maravillas decide seguirlo hasta el final, ayudarle y protegerlo. Por supuesto, la búsqueda de la identidad personal tiene mucho que ver con el sentido que uno le encuentra a la vida y con el aspecto o dimensión donde se sitúa dicho sentido. Este sentido tiene que ver con el pasado, sí, pero ante todo con el futuro, con el “hacia dónde nos dirigimos”; y paradójicamente sabiendo hacia dónde vamos podremos determinar dónde estamos, qué somos, aunque no sepamos muy bien cómo hemos llegado hasta aquí.

5. Por último, en cuanto a rarezas identitarias, aunque Murakami no se detenga mucho en él, tenemos a Oshima, una mujer que se siente hombre, sin pechos, sin menstruación, y a la que le gustan los hombres. Aunque este personaje podría dar mucho juego, lo cierto es que se podría tomar como ejemplo de las soluciones que Murakami pretende dar a los conflictos: ejemplo de aceptación. Oshima acepta lo que es, aunque nos deja claro que también él pasó por un proceso de pérdida y búsqueda.

Por supuesto, no solo la identidad personal se conforma a través de estos aspectos (afectos, moral, memoria y sentido de la vida); está el trabajo, las aficiones (en la novela las aficiones de los personajes giran en torno a la lectura y la música)... Además, los aspectos que hemos indicado no son conceptos cerrados, y no solo porque puedan dividirse en subespecies: afectos paternos-filiales, afectos sexuales, conyugales, fraternales, amistosos (la amistad es otro de los aspectos a destacar en el crecimiento individual de los personajes de la novela, Nakata y Hoshino, Kafka y Oshima), sino porque dichos conceptos se entrecruzan con otros: el sentido de la vida tiene que ver con los afectos, con la moral, con el trabajo, éste tiene que ver con aquella, la amistad está muy relacionada con el trabajo y las aficiones, etc. Todo ello constituye un laberinto intelectual, en el cual el modo “más fácil” de moverse es estando dentro, viviéndolo: “primun vivere, deinde philosophari”, he descubierto que rezaba una camiseta que me regalaron el año pasado.

Y hablando de laberintos, lo que constituye un verdadero laberinto es la historia misma, una historia susceptible de múltiples interpretaciones, una historia que queda abierta en muchos puntos, que deja al lector con un “¿entonces qué?”. El lector se ha ido haciendo una idea de lo que va pasando, de quién es quién, y muchas veces acierta, otras no y otras se queda sin saberlo. Quizá convendría volver a leerlo, de hecho creo que la historia tomaría un sentido diferente, pues determinados pasajes cobrarían un sentido que en una primera lectura no tenían; sobre todo los más metafóricos, aquellos que atañen a lo onírico, lo fantástico, lo irreal. Murakami consigue que realicemos una lectura activa, que pensemos al compás de la historia; el lector no es un mero espectador de una historieta ajena, es un investigador.

En cuanto a la técnica literaria usada por Murakami hemos de destacar la división de la novela en pequeños capitulos alternando la historia de Nakata con la de Kafka, sin embargo, esta alternancia está concebida al modo de la novela de suspense, al final de cada capítulo deja la historia en un punto crucial, suspendida de un hilo, de manera que su lectura no se hace nada pesada (y son casi 500 páginas).

Estamos, pues, ante una gran novela. Tal y como reza en la solapa del libro: “no es casual que, en 2005, el suplemento literario del New York Times la proclamara mejor novela del año”.

Gracias a Jesús y Azucena por prestármelo (joer, no he podido subrayarlo).





Zanjas profundas en tu mente
Zanjas profundas en tu mundo
Zanjas que nos separan
Zanjas que nos escinden
Zanjas en las que caemos
a veces sin poder salir
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