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jueves, 15 de noviembre de 2012




Un tipo que fue la hostia

Reconozco que por mucho que a uno le caigan como el culo los curas, las monjas, los telepredicadores y la iglesia, la figura de Jesús de Nazaret es difícil que no te mole. Es justo y necesario: un pibe capaz de convertir el agua en vino no puede caerle mal a nadie...Cuantas veces discutía yo con mi tío, ex jesuita racionalista y euclidiano, la verdadera naturaleza de este milagro, que a mí se me antojaba prefigurador de su futura transubstanciación eucarística (como un ensayo, vamos). Él sostenía, materialista, que Jesús lo único que hizo en aquel convite de Canaán fue mezclar simplemente agua con el vino, al estilo de griegos y romanos, quienes solían cortar sus caldos de ese modo antes de servirlos, en inmensas y bellas crateras. Una usanza extraña ésta, a ojos de aquellos rudos y aislados aldeanos palestinos, que solían beberse el vino puro y sin aguar. Jesús se convertía así en el primer barman y mixologist (especialista en coctelería) por derecho propio del cristianismo, un culto que ha sublimado en sacramento el sacrosanto arte de ir de tapas: efectivamente, pan y vino se convierten en el cuerpo y la sangre de un dios al que después hay que devorar. Al de Belén le gustaba comer  beber, eso está claro. Notándose perseguido y traicionado, ¿qué hace? ¿Huye? ¿Se venga? No, monta un banquete de despedida con sus amigotes a sabiendas de que va a morir. Hoy, en conmemoración suya, los norteamericanos ofrecen a sus condenados al ajusticiamiento una opípara última cena. Que Dios les bendiga por ello. 






Visto queda que el Nazareno estimaba la vida, el bullicio y la juerga. Dotado del don de convertir el agua en vino, seguramente fuese amante de los vinos blancos o claretes, d poca graduación, y regusto dulce en boca, con un levísimo toque a incienso y a mirra y aroma a nardos en nariz, que debía de ser bebido, no obstante, con moderación, pues su resaca daría   punzantes dolores de cabeza y lancinantes punzadas en el costado. Dejemos de hacer de sumilleres del diablo y de blasonar caldos que no probaremos sino en el Paraíso, si nos admiten. Al fin y al cabo, como decía mi abuelo, si un vino es bueno, lo notarás enseguida, y si es malo, también. Como imaginaréis, no era un experto en vinos, pero tenía su sentido de humor el hombre. En una ocasión, recuerdo, habiéndole portado un vino un camarero, le advirtió de que era de aguja. Mi abuelo le pidió pues, que se lo inyectase en vena.





Jesús se complacía en la convivialidad, la bebida y la buena mesa, y le encantaba compartir y departir con sus colegas, casi todos pescadores, lo cual tiene su lógica, sabiéndose que era hijo de un carpintero, que seguramente arreglaba barcas, y que encima era capaz de andar sobre las aguas, lo que le convierte también en una especie de socorrista de lujo, ahí es nada. Pero el de Nazaret sabía que los excesos no son buenos, y de vez en cuando se retiraba al desierto a meditar, ayunar y retomar nuevas fuerzas para afrontar una vida social que sin ninguna duda sería intensa como pocas.





¿Y qué me decís del pifostio que montó en el templo, echando a latigazos a banqueros y cambistas?... Tuvo que ser como una especie de Occupy Wall Street de la época. No es de extrañar que las autoridades de la zona le anduviesen pisando los talones. Sus invectivas contra los ricos, los pederastas, y los hipócritas fariseos están llenas de ironía y de socarrado humor negro. Ya de pequeño apuntaba maneras, poniendo en evidencia la ignorancia de los doctores de la ley con sus mayéuticos interrogatorios : Jesus era un punki de Palestina, y así me lo imagino yo, siempre sonriente, barbigreñudo, seguramente rubio, pues era descendiente de David, del cual se dice que era pelirrojo, y la genética es la genética, con su kufiyya blanquinegra en torno al cuello y su alba chilaba inmaculada como la Purísima Concepción, charlando por ahí con unos y con otros...Que Dios le perdone, era un buen tipo, ojalá y algún día nos invite a compartir con él esos vinos claretes de los que antes hablaba, y por los que tanto suspiraban los sufíes en las tabernas, de los cuales se dice que discurren formando arroyos por los jardines del Edén...AMEN.






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jesus VINO a mí, cerveza para vosotros, y buena música para todos...Ámense los unos a las otras, AMEN! :
Bad Religion, American Jesus
Depeche Mode, Personal Jesus
The Stranglers, God is Good
Phil Collins, Jesus knows me
Ñu, Tu serás su Juez
Extremoduro, Jesucristo García
Y tantas otras...

Anónimo dijo...

In DOG we trust.

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Zanjas profundas en tu mente
Zanjas profundas en tu mundo
Zanjas que nos separan
Zanjas que nos escinden
Zanjas en las que caemos
a veces sin poder salir
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