Triste payaso
Otro emilio de J.R. (parece que ha entrado prolífico en el 2011):
No hace mucho tuve ocasión de ver que el parlamento había tirado la ley Sinde, una ley injusta que pretende prohibir que se compartan archivos a través de Internet. Hay que reconocer que la SGAE cada vez se lo monta mejor. Su antipirático buque ha escogido como mascarón de proa y portavoz a Alex de la Iglesia, al más friqui de los directores de cine español, para que amenazase y amedrentase a todos esos friquis de los ordenatas, que no pagan glebas, cánones, pechas ni prebendas al saco del Sacrosanto Gremio de Acaparadores de España, y la amenaza parece que va en serio...
Un cabreado de la Iglesia Alex regoldaba contra todos esos piojosos que se niegan a pagarle la casa a Miguel Bosé o los liftings a Alejandro Sanz. Ay, Alex, Alex, muchacho, que no te enteras, que con la cultura, al igual que con la sanidad, o el medio ambiente, no es ni justo ni ético hacer caja, quién te ha visto y quién te ve, aquel más que simpático tripalari del norte ha perdido kilos y ganado kilo$. Ahora que forma parte del establishment su enorme vientre se ha desinflado al igual que su cine, cada vez más falto de ideas y de interés. Su última pelúcula, que no película, es más de lo mismo: un refrito del Salvar al soldado Ryan con los capítulos de los Simpson en los que sale Krusty el payaso, aderezado todo, imagino, con toques flamencos, ole, con de la Iglesia hemos topado, amigo Sancho.
No, no tiene gracia la última payasada de Alex: Sus amigotes de la SGAE se la bendecirán con un montón de Goyas y de Joyas ahora que es el figurón de su sociedad. Pero nosotros que sí somos cultura le vamos a hacer un favor: no vamos a ir al cine a ver su bodrio. Nos lo vamos a bajar, y que escarmiente.
Algunos aún nos acordamos de aquello que se llamaba sesión continua, y de cuando ir al cine era algo barato... Hoy ya no sé lo que vale una entrada, he dejado de ir al cine por rabia y asco, porque parece que es un privilegio de solo unos pocos... ¿Es eso cultura?
Alex, el ex friqui reconvertido a millonario, hace hoy el papel del quemado Ramoncín, aquel chico rebelde y malote que se las daba de punki y cultureta a la vez, y que defendía nuestra cultura y sus bolsillos. Que la Iglesia se ande con ojo no sea que acabe igual de cremado que aquel. Ay de la cultura que necesita de semejantes adalides....Piratead, piratead tranquilamente.
8 comentarios:
Te equivocas de enemigo y de argumentos.
Alex de la iglesia, es el único “creador”, que además tiene un cargo público, que se ha interesado por dialogar con representantes de los Internautas e intentar buscar soluciones conjuntas a la “ley sinde”. Por lo que parece, con buenos resultados.
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Satisfaccion/reunion/internautas/Alex/Iglesia/elpepucul/20101230elpepucul_2/Tes
El problema de los derechos de autor e Internet, tal como están legislados ahora, es que no sirven para remunerar las ideas o a los creadores sino lo objetos de reproducción y a los distribuidores. Afortunadamente para la creación y la difusión de la cultura, Internet está acabando con la mercancía del objeto artístico y reduciendo sensiblemente los gastos en distribución.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Canon/digital/elpepiopi/20110110elpepiopi_4/Tes
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Fregonas/maletas/ruedas/elpepiopi/20100105elpepiopi_4/Tes
Pedir que con la cultura no se haga caja es pedir que los artistas estén condenados o a ser pobres o a depender económicamente de un estado al que, por lo tanto, no van a poder criticar; es pedir volver al pasado. El problema no es que los artistas ganen dinero, puesto que lo generan, sino cuanto, como y a costa de que.
LA PELÍCULA BALADA TRISTE DE TROMPETA DE ALEX DE LA IGLESIA ES UN TRUÑAZO
Coincido plenamente con J.R.. Aunque el inefable Carlos Boyero y toda la pléyade de paniaguados de la Academia de Cine hagan la pelota al sobrado de Alex de la Iglesia,no podrán soslayar que Balada Triste de Trompeta es un pedorrez de película. Absurda, hinchada, pretenciosa, incoherente,banal, irrisoria,estúpida, inconexa, predecible, y así se podría seguir hasta el infinito.
Alex de la Iglesia, más encantado de conocerse a sí mismo que nunca, realiza un ejercicio de autocomplacencia aplaudido por sus comparsas de academia.
La película comienza con una referencia a la guerra civil absolutamente absurda y ridícula. Este tipo de continuas referencias de la película, más que históricas son histéricas e histriónicas. Algunas incluso hacen un guiño demagógico y fútil, como cuando el payaso "casualmente" camina por la calle del atentado a carrero blanco (que mete en el argumento Kaskoporro y sin venir a cuento) y le pregunta a cuatro tipos montados en un coche: "Y vosotros, ¿de que circo sois?", pretendiendo hacer una crítica a ETA en una escena que da auténtica grima y verguenza ajena. Otra de las absurdeces que me llamaron la atención fue el constante apaleamiento a un pobre enano que es lanzado en numerosas ocasiones contra diferentes tapias. Ni tiene gracia, ni aporta nada. La escenografía, cara donde las haya, tiene fallos garrafales como la incorporación de materiales en el circo que no existían en la época que pretende reflejar. Esto también sucede con los diálogos. Son penosos. Cuando el "payaso malo" se refiere a la "pornografía infantil" está fuera de lugar y contexto histórico.
Lo único interesante de la película es que la actriz está realmente buena, la canción de Raphael que da nombre a la película y la intervención inicial de Torrente.
Las escenas finales con el duelo en el valle de los caídos son como "la boñiga final" que arroja a la cara del espectador antes de irse. Una cruz acartonada que el pretencioso Alex de la Iglesia quiere que nos recuerde a los finales las películas norteamericanas de misterio. En ella se desarrolla un lamentable, grosero y aburrido duelo final incoherente y tan pretencioso como el egocéntrico Alex de la Iglesia. De nuevo arroja al enano contra un muro, pero esta vez se muere,lo que en realidad, a esas alturas, al público se la pela.
Balada Triste de trompeta, una basura, un bodrio, todo un pedo de película a cargo de Alex de la Iglesia: con Violencia gratuita, absurdeces, estupideces sin sentido, inconexiones históricas y argumentales. Y sobre todo, las ganas de magnificencia y ambición del egocéntrico director de la Academia de Cine: Alex de la Iglesia, quien aspira a convertirse en un polítiquillo de la cultura spanishcañí. Si le dan los Goya se pondrá en evidencia el calado de estos premios.
Balada triste de trompeta. No vaya al cine a verla, no merece la pena, es un truño para ver en el ordenata pasándola rápido.
ALEX DE LA IGLESIA ES UN PETARDO DE CATEGORÍA
Balada Triste de Trompeta, el bodrio grosero-gorrinero, de Alex de la Iglesia, no debería haber sido subencionado.
El subgénero penoso y menor denominado "cine español", cuyas garras están incrustadas en las subvenciones y que pretende acogotar a los usuarios de internet no merece la pena y esperemos que en breve se vaya hundiendo en su miseria.
Habría que subvencionar otro tipo de cinematografía. No los egocéntricas y ostentosos proyectos del mimado Alex. El día de celebración de los Goya es un buen momento para silvarle a Alex de la Iglesia y sus amigos gorrones, justo cuando entren tirándose el pegote por la Plaza de Oriente. Curiosa la elección de la plaza Presidente de la Academia de Cine. Alex de la Iglesia, junto a Garci, Almodovar y Juan Manuel de Prada pronto figurarán entre la pléyade de "pedorros ilustres" del "Spanish Circo".
ESTOY MUY TRISTE Y FUMO PETAS
Vuelvo a cargar contra Balada Triste de Trompeta, que despropósito de película. He visto que en La Razón alababan su españolidad.
Vaya país que tenemos y que perdió "la guerra".
Vaya forma de construir identidad. La ideología de la clase dominante se ha impuesto, como en todas partes pero es que aquí la clase dominante es muy, pero que muy petarda.
Pues eso.
ESTOYYYY MU TRISSSSSTE Y FUMO PEEEETAS.
SON BUENOS PAAAAARA EL CORAZÓN
SI MEZCLAS HAAAAACHIS CON GALLETAS
TE PILLAAAARAS UN COLOCÓN
BALADA TRIIIIISSSTE DE TROMPETA....
Mientras oteaba el Adriático me he enterado de que el gordo y el flaco abandonó la academia por la puerta de atrás. No es una comedia. La rata más gorda escapa de la carcomida carraca que hasta entonces era su casa y que hace aguas por todas artes. No sé si Sales de la Inglesa ha leido lo que vomitamos en esta zanja, no lo creo. En todo caso se larga y todos nos congratulamos por ello. No se va con las orejas gachas ni contrito de haberse equivocado de buque, sino que, como los críos mimados, se las pira con pataletas y enrabietado porque la ley Sinde no ha colado. El ex-geek no se quiere enterar ( ye ye) de que no queremos leyes, ni sinde ni conde, ni de que el barco que tan gallardamente pilotaba no resistirá las andanadas de nuestro bajel pirata que llaman, por su bravura el Temido, y toma las de Villadiego para no acabar en la hoguera de las vanidades como el mascarón de proa Ramoncín.
Conocí una vez a un Alex de la Iglesia simpático, orondo e imaginativo una tarde de cine en Ciudad Lineal. Daban la Novena Puerta, de Polanski, y éramos literalmente cuatro gatos, así que era inevitable que acabásemos pegando hebra tras el visionado de ese estupendo cóctel de satanismo no carabanchelero y bibliofilia, que mejora notoriamente el Club Dumas de Pérez Reverte.
Pero millones y años después cómo cambia la película. De la Iglesia ya no es santo de mi devoción. No sé si la cultura sin pa$ta de por medio es o no viable, como postula Gema de la Fuente. No soy economista, ni artista, ni chapista ni nada que termine en ista, pero en Crisislandia, co un 25% de paro, o sea, la cuarta parte de la población del país desocupada, creo que no solamente los artistas están condenados a la pobreza...grandes artistas lo fueron, y lo lógico es tratar de compaginar la creación con otra cosa para al menos tratar de ir tirando. Al menos Gema de la Fuente y yo coincidimos, creo, en que la cultura no es unívoca, como piensan Alecs y su ex cotarro, no va solo del artista al público, sino que este es también arte y parte de la cultura.
Pese a todo desconozco la solución de este embrollo. A mí me gusta sostener la boutade de una cultura no elitista, gratuita y abierta, simplemente porque me parece una utopía hermosa, y todos sabemos que cuanto más hermosas las utopías peor acaban. No obstante es siempre bonito y honroso que mantengamos encendida la llama de la esperanza, para algún día incendiar con ella la sede de la Sgae con su caterva de mamarrachos dentro.
Seguid descargando tranquilamente, filibusterillos.
Buenas noches. El día de hoy ha llegado porque hace 25 años, doce profesionales de nuestro cine, en medio de una crisis tan grave como la nuestra, caminaron JUNTOS a pesar de sus diferencias. Quiero empezar este discurso felicitando a los fundadores de la Academia.
No sólo ellos, sino todos los que me han precedido en esta institución, vicepresidentes, miembros de las juntas directivas y el conjunto de los académicos, nos han traído esta noche aquí, al Teatro Real, para celebrar el 25º aniversario de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas y la existencia misma de los premios Goya. A todos, muchísimas gracias.
PUEDE PARECER que llegamos a este día separados, con puntos de vista diferentes en temas fundamentales. Es el resultado de la lucha de cada uno por sus convicciones. Y NADA MÁS. Porque en realidad, todos estamos en lo mismo, que es la defensa del cine. Quiero por ello felicitar y agradecer a todos los que estáis aquí, por caminar juntos en la diferencia, y hasta en la divergencia.
Hacemos mucho ruido, pero es que esta vez, hay muchas nueces. El choque de posturas es siempre aparatoso y tras él surge una nube de humo que impide ver con claridad. Pero la discusión no es en vano, no es frívola y no es precipitada.
No podemos olvidar lo más importante, el meollo del asunto. Somos parte de un Todo y no somos NADIE sin ese Todo. Una película no es película hasta que alguien se sienta delante y la ve. La esencia del cine se define por dos conceptos: una pantalla, y una gente que la disfruta. Sin público esto no tiene sentido. No podemos olvidar eso JAMÁS.
Dicen que he provocado una crisis. Crisis, en griego, significa "cambio". Y el cambio es ACCION. Estamos en un punto de no retorno y es el momento de actuar. No hay marcha atrás. De las decisiones que se tomen ahora dependerá todo. Nada de lo que valía antes, vale ya. Las reglas del juego han cambiado.
Hace 25 años, quienes se dedicaban a nuestro oficio jamás hubieran imaginado que algo llamado INTERNET revolucionaría el mercado del cine de esta forma y que el que se vieran o no nuestras películas no iba a ser sólo cuestión de llevar al público a las salas.
Intenet no es el futuro, como algunos creen. Internet es el presente. Internet es la manera de comunicarse, de compartir información, entretenimiento y cultura que utilizan cientos de millones de personas. Internet es parte de nuestras vidas y la nueva ventana que nos abre la mente al mundo. A los internautas no les gusta que les llamen así. Ellos son CIUDADANOS, son sencillamente gente, son nuestro PUBLICO.
(continuación)
Ese público que hemos perdido, no va al cine porque está delante de una pantalla de ordenador. Quiero decir claramente que NO TENEMOS MIEDO a internet, porque internet es, precisamente, la SALVACION de nuestro cine.
Sólo ganaremos al futuro SI SOMOS NOSOTROS LOS QUE CAMBIAMOS, los que innovamos, adelantándonos con propuestas imaginativas, creativas, aportando un NUEVO MODELO DE MERCADO que tenga en cuenta a TODOS los implicados: Autores, productores, distribuidores, exhibidores, páginas web, servidores, y usuarios. Se necesita una crisis, un cambio, para poder avanzar hacia un nueva manera de entender el negocio del cine.
Tenemos que pensar en nuestros derechos, por supuesto, pero no olvidar NUNCA nuestras OBLIGACIONES. Tenemos una RESPONSABILIDAD MORAL para con el público. No se nos puede olvidar algo esencial: hacemos cine porque los ciudadanos NOS PERMITEN hacerlo, y les debemos respeto, y agradecimiento.
Las películas de las que hablamos esta noche son la prueba de que en este país nos dejamos la piel trabajando. Sin embargo, el mismo esfuerzo o mayor hicieron tantas otras películas que NO HAN LLEGADO a los sobres de las candidaturas. Ellos tambien se merecen estar aqui, porque han trabajado igual de duro que nosotros.
Quiero despedirme en mi última gala como presidente, recordando a todos los candidatos a los Goya TAN SÓLO una cosa: qué más da ganar o perder si podemos hacer cine, TRABAJAR en lo que más nos gusta. No hay nada mejor que sentirse LIBRE creando, y compartir esa alegría con los demás. Somos cineastas, contamos historias, creamos mundos para que el espectador viva en ellos. Somos más de 30.000 personas que tienen la inmensa suerte de vivir fabricando sueños. Tenemos que estar a la altura del PRIVILEGIO que la sociedad nos ofrece.
Yo creo, con toda humildad, que si queremos que nos respeten, hay que respetar primero.
Y Por último, me gustaría contarle algo al próximo Presidente de la academia, que ya me cae bien, sea quien sea: estos han sido los dos años más felices de mi vida. He conocido gente maravillosa de todos los sectores de la industria. He visto los problemas desde puntos de vista NUEVOS para mí, lo que me ha enriquecido y me ha hecho mejor de lo que era. He comprobado que trabajar para los demás es una experiencia extraordinaria por muy duro que resulte en un principio, y sobre todo: han pasado 25 años MUY BUENOS, pero nos quedan muchos más, y seguro que serán MEJORES.
Buenas noches.
Cuando todo estaba perdido Alex se pasó al enemigo.Acabado como cineasta busca recuperar su perfil guay y nada mejor que convertirse en "el amigo de los internautas (¿Quiénes son esos? ¿son los listos de la clase? ¿a quién representan?). Como decían los Extermoduro "triste payaso". Recomiendo el visionado de Balada Triste de Trompeta (Estoy my triste y fumo petas) para verificar el declive de Alex el Magno (gordo). Donde esté Torrente que se quiten los demás.
Eso si que es cine y del bueno. El Berlanga del siglo XXI. Con la princesa del pueblo. Ese si que es un retrato con sorna del Spanish circo.
TORRENTE 4 (el Cine de España)
Publicar un comentario